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SONETO DEL AUTOR AL MESMO SEÑOR
Vuestro
valor,
señor, está quebrando
las puertas a mi flaco entendimiento,
el cual, de ver tan
noble
acatamiento,
se admira y abre de temor temblando,
y a tan altas virtudes no hallando [5]
recebimiento igual digno aposento
le da su corazón y pobre asiento,
cien mil grandezas vuestras admirando.
Bien sé que es daros
poco
lo que puedo,
mas no puedo dar más, quien más pudiere [10]
muestre de voluntad mayor ejemplo.
Con este, satisfecho solo quedo,
que lo que he sido y soy y lo que fuere
lo tengo
dedicado
a vuestro templo.