Título del texto editado:
“Dedicatoria. Al excelentísimo señor don Jaime de Híjar, Sarmiento, de Silva, Cerda y Villandrando, Conde de Salinas, primogénito del excelentísimo señor duque de Híjar, conde de Salinas, conde de Ribadeo, conde de Belchite, adelantado de la mar, general de las tres provincias Álava, Guipúzcoa y Vizcaya etcétera”
[1]
DEDICATORIA. AL EXCELENTÍSIMO SEÑOR DON JAIME DE HÍJAR, SARMIENTO, DE SILVA, CERDA Y VILLANDRANDO,
CONDE
DE SALINAS, PRIMOGÉNITO DEL EXCELENTÍSIMO SEÑOR DUQUE DE HÍJAR, CONDE DE SALINAS, CONDE DE RIBADEO, CONDE DE BELCHITE, ADELANTADO DE LA MAR, GENERAL DE LAS TRES PROVINCIAS ÁLAVA, GUIPÚZCOA Y VIZCAYA ETCÉTERA
Dos cosas observaron los escritores de libros, excelentísimo señor, que son buscar
mecenas
que con su calidad los honren y con su
ingenio
los califiquen. Yo,
imitándoles,
hallo que en Vuestra Excelencia concurren estas dos partes en superior grado: de la
nobleza,
bien notorio es en España y otros reinos cuán generosos ascendientes ha tenido Vuestra Excelencia, pues por sus heroicas hazañas han merecido el debido lugar que tienen y las superiores honras y mercedes que los reyes han hecho a su antigua y noble casa; del
ingenio
de Vuestra Excelencia puedo decir que no es inferior a los de su discretísimo
agüelo
y excelentísimo padre , conque le doy todo el encarecimiento posible. Todo su
apoyo
ha menester el autor de este libro para que a su sombra salga defendido de los críticos y mordaces que le esperan. Dígnese Vuestra Excelencia de ampararle con su autoridad y patrocinarle con su defensa. Si hubiera de igualar su mérito al mecenas que elige, era menester ser la prosa de
Cicerón
y los versos de Virgilio; cuanto es más humilde, necesita de mayor favor. Él le espera de Vuestra Excelencia, cuya excelentísima persona guarde nuestro Señor, y veamos en el noble y feliz empleo que ha menester su casa y yo deseo. Servidor de Vuestra Excelencia, que su mano besa.