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DE FRUCTOS DE LEÓN TAPIA AL MISMO
En mármoles de bronce y alabastro
del tiempo opuestos al rigor futuro,
vuestro nombre, José, la
fama
escriba,
y aunque tiene, al que envidian, feliz astro,
porque de este temor viva seguro, [5]
siempre ocupada en su
alabanza
viva
de la ninfa de Apolo fugitiva.
Corona os tejerán las verdes ramas
que, si a las dulces llamas
de su fuego amoroso [10]
se resistió, con pecho desdeñoso,
como vos mereciera sus favores
si supiera tan bien tratar de
amores.
Si fue nacida de la blanca espuma
la madre del Amor, Venus hermosa, [15]
y no de Fano, vuestra luz primera,
de aquellas del undoso es bien presuma
Adrïático mar, que tan famosa
la ciudad se levanta en su ribera,
de cuyas armas el Amor venera [20]
la belleza mayor que le ocasiona
acción con que la abona,
porque también le cuadre,
por patria hermosa de su misma madre,
y, siendo vos donde el Amor nacido, [25]
propio el sujeto y el acierto ha sido.
Adria, en el mismo mar desvanecida,
en tener por espejo sus cristales
le dio el nombre que goza eternamente,
y a ella la opinión esclarecida [30]
el ciego que en colores naturales
escribió con
ingenio
tan valiente
el vuestro, pues a la de Fano aumente
llamándose ciudad de los amores;
que, si habló de colores [35]
el de Adria, siendo ciego,
vos escribís el amoroso fuego
con tan grande
pureza
en lengua estraña
que os la puede deber su madre, España.