Información sobre el texto

Título del texto editado:
[Carta a los hijos, sin título]
Autor del texto editado:
Salazar, Eugenio de
Título de la obra:
Silva de poesía, compuesta por Eugenio de Salazar, vecino y natural de Madrid
Autor de la obra:
Salazar, Eugenio de
Edición:
ms. 9/5477 de la Academia de la Historia c.1600


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Fuentes
Información técnica






Hijos, esta silva de poesía no me determiné a publicarla en mis días, porque aunque —si no me engaño— tiene obras que pueden salir a luz, temí por causa de mi profesión y oficio no tuviesen algunos a desautoridad mía publicar e imprimir obras en metro castellano. No sé si esta razón cesará después de mi muerte; comunicadlo con amigos que sean cuerdos y graves y tengan buen voto, y si les pareciere que la obra es tal y que mi memoria no padecerá detrimento en publicarla, hacedla imprimir. que si Dios es servido que yo deje acabados y impresos mis puntos de derecho o en estado que vosotros los podáis acabar e imprimir en mi nombre, primero que esta silva, aun parece se podrá mejor publicar ella, pues, habiéndose visto mis trabajos jurídicos, no se presumirá que gaste mi tiempo en hacer metros. Consideradlo todo bien y haced lo que fuere más acertado.

Si os resolviéredes en imprimir esta obra, hacedle un buen prólogo no largo y dirigidla en él a persona que la autorice y os pueda hacer bien y favor, y haced mención en él de vuestro abuelo y de cómo escribió tantas historias. Esto sucintamente, para que por él se entienda que él fue vuestro abuelo, y yo vuestro padre, y vosotros hijos y nietos de los que escribieron estas obras, y bien puede el prólogo ir en nombre de ambos, por que ambos obliguéis a la persona a quien dedicáredes la obra.

Tras el prólogo ha de ir esa recomendación que aquí queda escrita para el lector, y no os encontréis en el prólogo particularmente con cosa de ella.

Si alguno de vosotros fuere Dios servido que venga a México, allí la podréis imprimir, que hay emprenta —aunque no de muy buena letra—, que el virrey dará licencia. Y para la impresión habéis de advertir mucho a las cosas siguientes que ha de advertir el impresor:

Primeramente, que se imprima en buen papel y con buena tinta, y la letra sea la mejor que se halle y no sea pequeña, y en toda la obra sea una misma, excepto en las apostilas de los márgenes, que ha de ser diferente. Podrá ser ésta del margen escolástica chiquita, y ponga el impresor estas apostilas en los lugares en que van en el registro.

Que se haga la cuantidad de letras vocales que sea nescesario con comillas encima para señalar las sinalefas como van en el registro, de esta manera: a’ e’ i’ o’ u’.

Que la impresión se haga por este libro nuevo, aunque sea menester desencuadernarle, porque la ortografía en él está bien guardada, y las obras escritas y continuadas por el orden que deben estar, y no están así en el primer libro que Fernando escribió, que está ya hecho borrador.

Que en el repertorio se junten los ringlones que están apartados, y en el libro se junten las obras sin que quede blanco alguno, porque aquellos blancos que hay los hice yo dejar de propósito para meter en lugar conveniente otras obras, si las hiciese.

Que se tenga muy gran cuidado que no haya mentira en la impresión, ni sílaba ni letra falta, porque en faltando o trocándose sílaba o letra se echa a perder el verso, y todo queda malo, y vuelvo a decir que de esto debe haber muy gran cuidado. Y para que esto se consiga, conviene y es nescesario que al principio de cada primera haz de cada pliego —antes que se tire otro pliego— se corrija con la estampa y con el registro y se emienden los errores, y aquel pliego se rompa en que hubiere error. Y esta corrección ha de hacer con el impresor uno de vosotros mismos o un buen poeta a quien lo encomendéis, y si esto no hacéis habrá mil mentiras, y será la obra muy mala.

Que mire el impresor cómo va escrito todo en el registro y así lo haga en la impresión; que al principio de cada soneto, cuarteto, terceto o stanza saque el primero verso un poco al margen; que en la distancia de entre verso y verso haya igualdad; que entre soneto y soneto, stanza y stanza haya un blanco conveniente, y entre copla y copla lo mismo; que los tercetos vayan continuados con igualdad, sin que haya blanco entre terceto y terceto, y sacada al margen la primera letra o sílaba de cada terceto. En fin, mire al original y sígale en todo, que eso le pido, y no se errará.

Que en lo que toca a los vocablos terminantes, que son los vocablos postreros de cada verso, los ponga el impresor como van, sin quitar ni añadir letra, aunque le parezca que va buena la ortografía, porque, si algunos terminantes van con menos letras escritas de las que a él le parecerá que han de llevar, aquello se hace y permite y es nescesario por causa del consonante, que no sería bueno si fuesen los tales vocablos escritos con todas sus letras. Ejemplos de esto: para dar consonante a «tanto» decimos «santo» sin «c», porque si dijésemos «sancto» con «c» no sería consonante. Para dar consonante a «vino» decimos «dino» sin «g», porque si dijésemos «digno» con «g» no sería consonante. Para dar consonante a «piloto» decimos «doto», porque si dijésemos «docto» con «c» no sería consonante. Y para dar consonante a «prometo» decimos «conceto» sin «p», porque si dijésemos «concepto» con «p» no sería consonante. Y para dar consonante a «amigo» decimos «antigo» sin «u», porque si dijésemos «antiguo» con «u» no será consonante. Y para dar consonante a «Tajo» decimos «bajo» con «j» y no «baxo» con «x», porque no sería consonante. Y para dar consonante a «llaue» decimos «saue» con «u» y no sabe con «b», porque no sería consonante. Y para dar consonante a «lisa» decimos «prisa» con una «s», porque si escribiésemos «prissa» con dos «ss» no sería consonante. Y de esta manera habrá otros muchos terminantes en esta obra que parezcan mal escritos, y no lo están, sino bien conforme a las leyes de poesía. Y si de otra manera se escribiesen estarían mal. Por lo cual, el impresor y el que le ayudare a corregir miren mucho en esto, no lo yerren pensando que aciertan, sino sigan puntualmente el registro, que está muy corregido, y acertarán y no echarán a perder la obra.

Procúrese mucho trazar la impresión como si fuere posible no quede soneto, stanza ni copla comenzada en una plana para acabarse en la siguiente, porque, demás de que no parece tan bien, se interrumpe el sentido que se lleva en el concepto de la stanza, copla o soneto mudando los ojos de una plana a otra antes que se acabe de leer. Y así podrán ir en una plana dos sonetos enteros y tres octavas rimas y dos stanzas de canciones, y de algunas cabrán tres, y tres coplas castellanas. Y los tercetos que cupieren, y, porque algunos títulos que van sobre las cabezas de algunos sonetos son largos y podrían impedir este orden, se podrán poner los tales títulos al lado en el margen.

El tamaño de la hoja no es bien que sea hoja de pliego, porque libros semejantes, que los llevan de camino y a muchas partes para entretenimiento, no los quieren grandes; ni sea de ochavo, que se quita autoridad a la obra. Podrá ser de cuarto de pliego, y, de este cuarto, cercenado un dedo por el ancho, que quede algo prolongada la hoja, que parecerá mejor, con que se advierta que quede lugar bastante para las apostilas de los márgenes.

Si vendiéredes el privilegio de la impresión (lo cual procurad escusar, por que se haga la impresión buena, y se miren y guarden todas estas cosas), sacad de concierto que os den los libros que hayáis menester para presentar a amigos y señores.

Haga Fernando una docena de sáficos y adónicos, una oda en recomendación de la obra de su padre y un buen soneto; y Pedro, otra obrita a manera de canción, remedando a alguna de las que van en la silva, y otro soneto poniendo vuestros nombres.

Las tres cartas, la de la corte, la de la milicia y la de la mar, se pueden imprimir, porque parece traen alguna utilidad común. La de los catarriberas ni la de Asturias ni otra alguna no se impriman, porque, aunque tienen agudeza y erudición, son cartas de donaires, y no se puede sacar otro fruto de ellas más que el gusto de las razones.

No se me ponga título de licenciado ni de oficio que yo haya tenido, sino solamente Eugenio de Salazar, como va en el original; el cual se siga en todo sin mudar, quitar ni añadir letra. Y cuando esta cerradura se abra, cortad estas hojas que están dentro y guardadlas para el tiempo del efeto, y no se os pierdan, o volvedlo a cerrar como no se vean.





GRUPO PASO (HUM-241)

FFI2014-54367-C2-1-R FFI2014-54367-C2-2-R

2018M Luisa Díez, Paloma Centenera