Información sobre el texto

Título del texto editado:
“S.C.R.M.”
Autor del texto editado:
Azpilcueta, Martín de 1492-1586
Título de la obra:
Compendio del Manual de confesores y penitentes, del doctor don Martín de Azpilcueta Navarro, de la Sacra Penitenciaría de Roma, que contiene en suma casi todas las dudas que en las confesiones suelen ocurrir. Nuevamente recopilado por el mesmo autor, y añadió muchas cosas que no están en el Manual.
Autor de la obra:
Azpilcueta, Martín de 1492-1586
Edición:
Valladolid: en casa de Diego Fernández de Córdoba, 1586


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Fuentes
Información técnica





S.C.R.M.


Muy humildemente, pecho por tierra, suplico a vuestra sacra católica real Majestad tenga por bien de saber que el año de 1567, antes que me partiese por su mandado real de España para esta Roma, me fue dicho por algunos de su muy alto y soberano Consejo que sería servicio de la divina y humana Majestad y bien de su república que mi Manual de confesores compuesto en lengua castellana se tradujese y anduviese en la latina, por algunos justos respetos. Y que por esto, venido a Roma, procuré de hacerlo traducir por hombres muy religiosos y doctos, los cuales (parte por mostrar su saber y elegante facundia, y parte por no alcanzar tanto cuanto convenía de las tres facultades, que para ello se requerían, s [cilicet] la teología moral y sacramental y la de los sacros cánones y sacras leyes) no acertaron a juntar la verdad de la doctrina con la claridad y brevedad que el Manual requería, antes la oscurecieron tanto, que yo mismo a gran pena podía entender lo contenido en sus traducciones. Por lo cual y por servir la Majestad divina e infinita y a la vuestra, soberana y humana, y su república catolicísima, me determiné a ocuparme en ello cerca de dos años, enmendando, argumentando y mejorándolo tanto, que no solamente a los españoles, pero aun a todas las gentes latinas ha parecido bien y ha desechado las otras traducciones que se hicieron por otros en lengua latina e italiana, faltos y contrarios en muchas cosas al original y aun a la verdadera doctrina cristiana. Y después de esto, pareciendo a muchos que el dicho Manual hacía muy mayor provecho en sus amplísimos reinos de España siendo español que latino, han tentado de hacer compendios de dicho Manual español sin añadir ni enmendar lo que se añadió, enmendó y amejoró en el latino, con gran daño de la república misma cristiana española y de mi honra y autoridad por se decir en algunos de ellos lo contrario de lo que se decía en el Manual, atribuyéndose a mi nombre lo contenido en él y en ellos. Por lo cual yo mesmo por mi persona, no obstante la vejez y las muy grandes y continuas ocupaciones que tengo, lo he reducido, con la ayuda de Dios, en este Compendio lo mejor que yo he podido, de tal manera que ha parecido a algunos que lo debía ofrecer y dedicar a vuestra sacra católica real Majestad, no cierto por no ver que su bajeza es indigna de ser dedicada a esa su incomparable sublimidad, que cuanto al imperio temporal es la primera, después de la divina; sino parte por haber sido su original siempre dedicado a persona real de Castilla y Portugal, siendo español, y al Papa, siendo latino, y se haría injuria que, siendo el hechura del mismo autor más anciano y estimado que cuando hizo los originales, y siendo el mismo más apurado y amejorado y más apto y útil para todos sus súbditos, se dedicase a persona de menor calidad, y parte por pensar que, abrigado con la sombra real de tan altísimo rey y monarca, será la más útil y más común de todas las obras que este su orador muy indigno y siervo inútil deja escritas a sus naturales; y, sobre todo, por ser vuestra majestad humana muy ejemplar imitadora de la divina en cuanto in altissimo habitans, humilis repsit in coelo & in terra, huelga de favorescer a los bajos y pobres que verdaderamente se conoce ser tales, recibiendo de ellos benigna y serenamente los flacos servicios que con devota voluntad le ofrecen, cual es el que esta nada le dedica, después de haber ofrecido al Eterno Padre su unigénito Hijo desde su felicísimo nascimiento en todas sus misas hasta hoy, en el cual y en toda su vida a entrambos y al Espíritu Santo, su del todo igual, muy humilmente, aunque indigno, les suplica y suplicaré que como lo ha hecho en la tierra mayor que a todos sus antepasados, así después de muchos y muy felices años con gloria seráfica le den asiento en el Cielo entre los mejores de ellos y de todos los otros monarcas bienaventurados. Amén.

Las reales manos de vuestra sacra católica real Majestad besa su orador indigno.

D.M. de Azpilcueta. D[octor]. Navarrus






GRUPO PASO (HUM-241)

FFI2014-54367-C2-1-R FFI2014-54367-C2-2-R

2018M Luisa Díez, Paloma Centenera