Información sobre el texto

Título del texto editado:
«A quien leyere»
Autor del texto editado:
Román, Manuel
Título de la obra:
Ramillete poético de las discretas flores del amenísimo, delicado numen del doctor don José Tafalla Negrete.
Autor de la obra:
Tafalla y Negrete, Josef
Edición:
Zaragoza: Manuel Román, 1706


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Fuentes
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A QUIEN LEYERE


Opiniones hubo, y de fundamentos no vulgares, que persuadían deberse retirar estas poesías y no sacarlas al teatro de los discretos, por hacer merced a su autor. La razón principal era porque el numen felicísimo del doctor don José Tafalla se mereció unos aplausos tan universales que, en el concepto de todos, ninguno de los más cándidos cisnes que han llenado de dulzuras a los amenos márgenes del Ebro le podía pleitear los laureles. Para acreditar este elogio era preciso presentar al mundo unas obras tan grandes y sublimes que suspendiesen hasta los ecos de su misma fama. Para todo habría en la multitud de los elegantes y conceptuosos versos que compuso, pero no se han tenido a la mano para imprimirles sino estos precisamente que observó la amistad y la afición del magnífico don Manuel de Contamina. Y aun estas limitadas poesías no estaban con la última mano y lima reflectiva [sic] del autor, sino escritas en papeles inútiles, en cubiertas de cartas y tan en borradores, que se conocía haberse escrito las más de ellas no para que el ingenio se luciese con la armonía de las voces, con el número sonoro de las sílabas, ni con la delicada novedad de los conceptos, sino para cumplir cuanto antes con aquellos que lo empeñaban más a escribirlas y componerlas. Este modo de escribir mandado es muy violento aun para el numen más obediente, y son pocos los que entienden las diferencias que se notan en los poemas que nacen de impulso propio y en los que son puramente compuestos por obediencia. Casi todas las poesías de este Ramillete, o bien épicas, o bien líricas, ya en asuntos amorosos, ya heroicos ya sacros, se conoce que eran para ajenos desempeños y tiempos precisos, donde, quitando la libertad al furor poético, lo reducían a escribir, aunque nunca estuviese inspirado. Este es un modo de componer sin espíritu y sin fervor, donde obra como esclava la dulzura y como atareada la facilidad. Así compuso los versos que ahora salen a la luz un poeta que por ninguna de estas poesías se pudo merecer el renombre del «Divino aragonés» en la corte de España, a donde para estímulo de los mejores ingenios lo llevó de Zaragoza el excelentísimo señor Marqués de Alcañizas en el año de 1678. Allí se puede decir que escribió y que compuso tan feliz en lo repentino, que no lo alcanzaban los vuelos de los que con el aura de primorosos escribían muy de pensado. Hizose lugar entre los más grandes y en las academias de la Corte ocupó siempre el doctor Tafalla las primeras filas, dándole el juicio de los discretos más escrupulosos los principales méritos. Cantó sus acordes melodías en los márgenes de Manzanares el cisne trasladado del Ebro, y logró que mientras pulsaba los números de su lira poética y cantaba con suavidades de su musa los contrapuntos de su agudísimo ingenio estuviesen suspensos los plectros más sonoros y más que envidiosas las cítaras más bien templadas de aquel parnaso regio y esfera de los poetas más insignes del orbe. Allí murió y allí perecieron juntamente los poemas que tenía escritos, porque no hubo otro amigo que supiera recogerlos y guardarlos. De aquellos triunfos se le originaron los créditos y las glorias que durarán muchos siglos, así como el dolor en nosotros de no poder contestarlo con la grandeza de sus obras y con el discreto regalo de sus ingeniosas dulzuras. Pero, en fin, para no perderlo todo ha parecido que estas pocas poesías suyas se imprimiesen con el título de Ramillete, porque así es verdaderamente respecto de los amenos dilatados jardines que compuso, con la misma noble facilidad que se perdieron. Esta ingenua prevención se propone a tus reparos para que no, por ser tan corto el volumen, dejes de entender que el doctor Tafalla no fue merecedor de los singulares elogios que le dieron los poetas más acreditados y varones más discretos del pasado siglo.


Vale.






GRUPO PASO (HUM-241)

FFI2014-54367-C2-1-R FFI2014-54367-C2-2-R

2018M Luisa Díez, Paloma Centenera