Soneto del doctor Jerónimo de Porras, catedrático en la Universidad de Alcalá, a don Alonso de Ercilla y Zúñiga
Claro
señor,
que ilustras y celebras
la gloria de las
armas
españolas,
del
Indo
mar a las hesperias olas,
del escítico a las líbicas culebras,
y a muerte
robas
las vitales hebras
que siega como flacas amapolas,
haces que
Mantua
no se
alabe
a
solas
y al
invidioso
la esperanza quiebras.
No solamente aplican sus oídos
al
dulce
son de tu
glorioso
cuento
Neptuno, Doris, Melicerta y Glauco,
mas aun reciben
gusto
los vencidos
de oír loar con tan suave acento
los
vencedores
del famoso Arauco.