Información sobre el texto

Título del texto editado:
"Contra los que dejan los metros castellanos y siguen los italianos"
Autor del texto editado:
Castillejo, Cristóbal de (¿1490?-1550)
Título de la obra:
Las obras de Cristóbal de Castillejo, corregidas y emendadas por mandado del Consejo de la Santa y General Inquisición
Autor de la obra:
Castillejo, Cristóbal de (¿1490?-1550)
Edición:
Madrid: Pierres Cosin, 1573


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Fuentes
Información técnica





“Contra los que dejan los metros castellanos y siguen los italianos”

Pues la santa Inquisición
suele ser tan diligente
en castigar con razón
cualquier secta y opinión
levantada nuevamente, [5]
resucítese Lucero, 1
a castigar en España
una muy nueva y estraña
como aquella de Lutero
en las partes de Alemaña. [10]
Bien se pueden castigar
a cuenta de anabaptistas, 2
pues por ley particular
se tornan a baptizar
y se llaman petrarquistas. [15]
Han renegado la fe
de las trovas castellanas
y tras las italianas
se pierden, diciendo que
son más ricas y galanas. [20]
El jüicio de lo cual
yo lo dejo a quien más sabe,
pero juzgar nadie mal
de su patria natural
en gentileza no cabe. [25]
Y aquella cristiana musa 3
del famoso Juan de Mena,
sintiendo de esto gran pena,
por infieles los acusa
y de aleves los condena. [30]
«Recuerde el alma dormida»,
dice don Jorge Manrique,
y muéstrase muy sentida
de cosa tan atrevida,
por que más no se platique. [35]
Garci Sánchez 4 respondió:
«¡Quién me otorgase, señora,
vida y seso en esta hora
para entrar en campo yo
con gente tan pecadora!» [40]
«Si algún Dios de amor había
—dijo luego Cartagena 5
muestre aquí su valentía
contra tan gran osadía,
venida de tierra ajena». [45]
Torres Naharro replica:
«Por hacer, Amor, tus hechos
consientes tales despechos
y que nuestra España rica
se prive de sus derechos». [50]
Dé Dios su gloria a Boscán
y a Garcilaso poeta,
que con no pequeño afán
y por estilo galán,
sostuvieron esta seta [55]
y la dejaron acá
ya sembrada entre la gente,
por la cual debidamente
les vino lo que dirá
este soneto siguiente: [60]


"Soneto"

Garcilaso y Boscán, siendo llegados
al lugar donde están los trovadores
que en esta nuestra lengua y sus primores
fueron en este siglo señalados,
los unos a los otros alterados [65]
se miran, demudadas las colores,
temiéndose que fuesen corredores,
o espías o enemigos desmandados.
Y, juzgando primero por el traje,
pareciéndoles ser, como debía, [70]
gentiles españoles caballeros;
y oyéndoles hablar nuestro lenguaje
mezclado de estranjera poesía,
con ojos los miraron de estranjeros.

Mas ellos, caso que estaban [75]
sin favor y tan a solas,
contra todos se mostraban
y claramente burlaban
de las coplas españolas:
canciones y villancicos, [80]
romances y cosa tal,
arte mayor y real
y pies quebrados y chicos
y todo nuestro caudal.

Y en lugar de estas maneras [85]
y vocablos ya sabidos
en nuestras trovas primeras
cantan otras forasteras,
nuevas a nuestros oídos:
sonetos de grande estima, [90]
madrigales y canciones
de diferentes renglones,
octava y tercera rima
y otras bravas invenciones.

Desprecian cualquiera cosa [95]
de coplas compuestas antes,
por baja de ley 6 y astrosa
usan ya de cierta prosa
medida sin consonantes.
Y a muchos de los que fueron [100]
elegantes y discretos
tienen por simples pobretos,
por solo que no cayeron
en la cuenta a los sonetos.

Daban, en fin, a entender [105]
aquellos viejos autores
no haber sabido hacer
buenos metros ni poner
en estilo los amores;
y que el metro castellano [110]
no tenía autoridad
de decir con majestad
lo que se dice en toscano
con mayor felicidad.

Mas esta falta y manquera [115]
no la dan a nuestra lengua,
que es bastante y verdadera,
sino solo dicen que era
de buenos ingenios mengua;
por lo cual en lo pasado [120]
fueron todos carecientes
de estas trovas ecelentes
que han descubierto y hallado
los modernos y presentes.

Viendo, pues, que presumían [125]
tanto de la nueva ciencia,
dijéronles que querían
de aquello que referían
ver algo por experiencia;
para prueba de lo cual, [130]
por muestra de novel uso,
cada cual de ellos compuso
una rima en especial,
como se sigue de yuso:


"Soneto de Boscán "

Si las penas que dais son verdaderas, [135]
como muy bien lo sabe el alma mía,
¿por qué no me acaban?, y sería
sin ellas mi morir muy más de veras.

Mas, si por dicha son tan lisonjeras
que quieren retozar con mi alegría, [140]
decí, ¿por qué me matan cada día
con muerte de dolor de mil maneras?

Mostradme este secreto ya, señora,
y sepa yo de vos, pues por vos muero,
si aquesto que padezco es muerte o vida, [145]

porque, siéndome vos la matadora,
mayor gloria de pena ya no quiero
que poder yo tener tal homicida.


"Octava rima de Garcilaso"

Y ya que mis tormentos son forzados,
aunque vienen sin fuerza consentidos, [150]
¿pues qué mayor alivio a mis cuidados
que ser por vuestra causa padecidos?
Si como son por vos bien empleados,
de vos fuesen, señora, conocidos,
la más crecida angustia de mi pena [155]
sería de descanso y gloria llena.

Juan de Mena, como oyó
la nueva trova pulida,
contentamiento mostró,
caso que se sonrió [160]
como de cosa sabida,
y dijo: «Según la prueba,
once sílabas por pie
no hallo causa por qué
se tenga por cosa nueva, [165]
pues yo también las usé».

Don Jorge dijo: «No veo
necesidad ni razón
de vestir nuevo deseo
de coplas que por rodeo [170]
van diciendo su intención.
Nuestra lengua es muy devota
de la clara brevedad,
y esta trova, a la verdad,
por el contrario, denota [175]
oscura prolijidad».

Garci Sánchez se mostró
estar con alguna saña
y dijo: «No cumple, no,
al que en España nació [180]
valerse de tierra estraña,
porque en solas mis Leciones, 7
miradas bien sus estancias,
veréis tales consonancias,
que Petrarca y sus canciones [185]
queda atrás en elegancias».

Cartagena dijo luego,
como plático en amores:
«Con la fuerza de este fuego [190]
no nos ganarán el juego
estos nuevos trovadores.
Muy malencónicas son
estas trovas, a mi ver,
enfadosas de leer,
tardías de relación [195]
y enemigas de placer».

Torres 8 dijo: «Si yo viera
que la lengua castellana
sonetos de mí sufriera,
fácilmente los hiciera, [200]
pues los hice en la romana;
pero ningún gusto tomo
en coplas tan altaneras
escritas siempre de veras,
que corren con pies de plomo, [210]
muy pesadas de caderas».

Al cabo, la conclusión
fue que, por buena crïanza
y por honrar la invención,
de parte de la nación
eran dignos de alabanza.
Y para que a todos fuese
manifiesto este favor,
se dio cargo a un trovador
que aquí debajo escribiese [215]
un soneto en su loor:


"Soneto"

«Musas italianas y latinas,
gentes en estas partes tan estraña,
decí cómo venistes a la España,
tan nuevas y hermosas clavellinas; [220]

o quién os ha traído a ser vecinas
del Tajo y de sus montes y campaña;
o quién es el que os guía y acompaña
de tierras tan ajenas peregrinas».

«Don Diego de Mendoza 9 y Garcilaso [225]
nos trujeron y Boscán y Luis de Haro, 10
por orden y favor del dios Apolo;

los dos llevó la muerte paso a paso
el otro, Solimán, 11 y por amparo
sólo queda don Dïego, y basta solo». [230]






1. Diego Rodríguez de Lucero, inquisidor de Córdoba, afamado por su rigurosidad con los herejes.
2.  Anabaptistas: seguidores de una confesión protestante que no admite el bautismo de los niños antes del uso de razón (DLE). Aquí se usa con sentido figurado e irónico como herejes y fieles a una nueva “religión” (moda) literaria.
3.  Cristiana musa: con esa invocación abre el autor sus Coplas de los pecados mortales («Canta tú, cristiana musa»).
4. Garci Sánchez de Badajoz.
5. Pedro de Cartagena —,
6.  Baja de ley: dicho del oro o de la plata: Que tiene mayor cantidad de otros metales que la que permite la ley (DLE).
7.  Liciones de Job apropiadas a las pasiones de amor.
8. Torres Naharro.
9. Diego Hurtado de Mendoza.
10. Capitán Luis de Haro, poeta cancioneril probablemente fallecido en Constantinopla.
11. Solimán el Magnífico (Süleyman I), sultán del Imperio otomano.

GRUPO PASO (HUM-241)

FFI2014-54367-C2-1-R FFI2014-54367-C2-2-R

2018M Luisa Díez, Paloma Centenera