COLOMÉS
(El Abate D. Juan)
COLOMÉS
(El Abate D. Juan)
ex-jesuita
Español, residente en Italia. Han dado mucho crédito a este Autor tres
Tragedias
publicadas en
Italiano,
a saber
Gayo Marcio Coriolano,
Inés de Castro,
y
Escipión en Cartagena.
Los Diarios de aquellas Provincias hablan de ellas con los mayores
elogios.
En España son todavía
poco
conocidas, sin duda por la falta de comercio literario que hay entre nuestra nación, y las demás. Pondré aquí el extracto, y juicio de cada una de ellas, según se leen en algunos escritos periódicos, los que quisiera que sirviesen de estímulo para que nuestros compositores, o traductores, las buscaran con preferencia a algunas otras
extranjeras,
acaso de no tanto mérito.
En las
Efemérides Literarias
de Roma de 27 de noviembre de
1779,
se habla así del Coriolano: “Anunciamos una
bella
Tragedia, escrita por un Español en versos Italianos elegantísimos; y quisiéramos que tomaran de ella ocasión de avergonzarse aquellos literatos de nuestra
nación,
que han
corrompido
nuestra lengua con sus
bárbaras
expresiones. Antes de hablar de ella, observaremos, que no habiendo sido tratado este argumento por los escritores de primera nota, no se puede decidir bien, si la debilidad de las otras Tragedias que lo han representado, ha provenido de la esterilidad del asunto, o de la poca pericia de los que lo han introducido en el Teatro. No obstante, si se atiende a que no emprendieron semejante trabajo el gran
Corneille,
Racine, y otros tantos hombres grandes, particularmente el primero, que tanto se deleitaba en representar a los héroes Romanos, y que hubiera tenido en Gayo Marcio uno de los más fieros, y
fortem et tenacem propositi virum,
parece que puede decirse, que el argumento es
estéril,
como que todo pende en una sola Escena, y acaso por lo mismo no se atrevieron a tocarlo aquellos Príncipes de la Tragedia... Pero el Sr. Abate Colomés, a pesar de las insuperables
dificultades
de un asunto tan estéril, ha compuesto una bella
Tragedia...
Sigue proponiendo el plan de toda ella, y concluye diciendo: Hemos referido con gusto la presente Tragedia del Sr. Colomés, y afirmamos que puede decirse con razón, que es la más
bella
de cuantas se han escrito sobre este asunto. Deseamos que componga otras, en las cuales por la variedad de los accidentes, y por otros adminículos, pueda mucho más bien dar muestras de su felicísimo ingenio”.
Agnese
di Castro.
Tragedia
di Giovanni Colomés.
Liborno,
1781.
Las
Efemérides de Cremona
hacen de esta Tragedia el extracto, y juicio siguiente. “El Sr. Abate Colomés, dicen, que publicó dos años ha su tan celebrado
Coriolano,
nos presenta ahora una nueva Tragedia, que deberá tener un aplauso, todavía más general que la primera... El argumento no puede ser más
grandioso,
ni más
oportuno
para una representación trágica; y ha sido manejado por el Autor con tal
maestría,
y delicadeza, que no deja nada que desear. El
estilo
es puro y correcto y no sabe nada a la educación extranjera del Poeta. La expresión es siempre noble, y sostenida, los pensamientos justos, las sentencias oportunas y graves, el nudo ingenioso, el desenredo natural, y fácil, las pasiones varias, y pintadas con el vivo lenguaje de la naturaleza... La dulce conmoción que excita en el ánimo la sola lectura de esta Tragedia, es una prueba nada equívoca de su gran
mérito,
y nos hace desear la publicación de otras que promete el autor. Si nuestras Compañías de Cómicos, que nos están enfadando continuamente con representaciones mil veces repetidas, y por la mayor parte
insulsas,
se tomaran el trabajo de ir recogiendo, y de representar semejantes piezas que el no extinguido genio teatral nacional y extranjero produce todos los días, no tendrían que quejarse del corto número de concurrentes, ni se verían precisados a buscar la aceptación, y aplauso público, con otros medios, que con el mérito. ¿El Teatro, que tuvo siempre tanto poder, aun sobre los pueblos más bárbaros, y groseros, no ha de tener influjo alguno entre las naciones cultas, y civilizadas? ¿Los fecundos talentos, capaces de crear, se han extinguido acaso? ¿Se ha perdido el arte de conocer los sentimientos del corazón humano? Si en medio de tanta luz de las ciencias, y de tanta cultura de los ingenios el Teatro Italiano se encuentra tan envilecido, toda la culpa está en los Cómicos, que siendo por la mayor parte
perezosos,
ignorantes, soberbios, caprichudos, y estando destituidos de la dirección de un poeta, que es quien sólo pudiera enseñarlos; o no saben sostener el carácter de las personas que representan, o no quieren atraer las gentes con la novedad, y con la elección de buenas piezas. Las
extravagancias
ridículas todavía encuentran al día de hoy algunos partidarios; pero generalmente se tienen ya por
insufribles
aun del pueblo bajo. Todo lo que se opone al
decoro,
y a las
costumbres
ya no se tolera. Las más bellas representaciones antiguas no dan ya golpe. La
Jaira,
el
Desertor Francés,
la
Rosalía,
y otras piezas semejantes, la primera vez, que se han representado en nuestros Teatros, han hecho derramar lágrimas de ternura: ¿pero repetidas muchas veces, no han aburrido a todos los espectadores? De la reforma de las Compañías Cómicas depende solamente el honor, y el restablecimiento del Teatro Italiano.
Scipione in Cartagine, Dramma per le Nozze del Nob. uomo Sig. Marchese Paolo Spada, colla Nab. Donna. Sig. Contesa Catarina Bianchini.
Bologna,
1783.
En
el
diario
de Módena, se habla de esta pieza en los términos siguientes. “El Sr. Abate Don Juan Colomés, de quien hemos alabado ya dos Tragedias en otras ocasiones, es el Autor de este Drama, cuyo argumento está tomado del famoso hecho, que se cuenta de Escipión Africano, quien habiéndole guardado prisionera una joven de muy rara belleza, la conservó intacta para su futuro
esposo.
Los transportes de éste, que teniendo a Escipión por semejante a los demás Generales Romanos, se persuade que le habrá robado su esposa; por lo cual maquina, aunque sin fruto, contra su vida; y las inquietudes de la joven Arminia, por salvar a su amado esposo, forman el principal enlace del Drama, que creemos acabado felizmente, lleno de episodios, y de pasos interesantes, adornado de varias, y
bellas
decoraciones, y muy
bien
escrito. Hemos admirado principalmente, cómo el Autor, siendo extranjero, ha podido imitar tan felizmente la dulzura Metastasiana, particularmente en algunas arias”. He aquí dos por
ejemplo:
Bencé lungi il verno sia,
E in ovil la pecorella,
Veglia ognor la pastorella,
Teme il gel l'agricoltor
Lieta è l'aura, è cheta è l'onda,
Pur l'insidie d'Austro infido,
Cauto osserva dalla sponda
Il nochier pallido ognor...
Deh lasciami, o Madre,
Non vô piú consiglio,
Non temo le squadre
Non vego il periglio.
La morte, o l'amante
Io voglio incontrar.
Las Memorias enciclopédicas de Bolonia, el Diario de Vincencia, el Abate Metastasio, el Sr. Marqués Alvergati, el Sr. Conde Camilo Zampieri, y otros muchos sabios Italianos han
confirmado
estos juicios, sobre las producciones del Sr. Abate Colomés, y repetido los
elogios.