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Título del texto editado:
Noticias literarias e históricas, y anuncios críticos útiles para completar y corregir los mejores libros sobre la historia de la literatura castellana y sobre la biografía de los escritores que la han creado, conservado, enriquecido o corrompido. Lope Félix de Vega Carpio (II)
Autor del texto editado:
Liaño, Álvaro Agustín de
Título de la obra:
Noticias literarias e históricas, y anuncios críticos útiles para completar y corregir los mejores libros sobre la historia de la literatura castellana y sobre la biografía de los escritores que la han creado, conservado, enriquecido o corrompido
Autor de la obra:
Liaño, Álvaro Agustín de
Edición:
Aquisgrán y Leipzig: Casa de J. A. Mayer, 1829


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No hablaré del Teatro 12 de Lope, porque poco hay que decir de importante sobre él a la nación alemana, que posee en lo que han escrito sus sabios sobre la literatura castellana nociones abundantes y datos de muchos géneros para juzgar todo el teatro español, ora continúe en triunfar en Alemania y, por medio del celo juvenil de ciertos escritores franceses y suizos, en Europa la poética, ingeniosa a la verdad, регo bien inoportuna por lo menos, de los señores Schlegel, ora vuelva el reinado de los principios antiguos, ora en fin el deseo de aplauso у de variedad cree una mezcolanza nueva que sirva a nuevos intereses, a nuevos resentimientos, a nuevos entusiasmos, a nuevas perfidias… y a perversas locuras.

Pasando a hablar de los otros escritos de Lope, empezaré por los que ha traducido con tan feliz esmero el erudito caballero militar que acaba de probarnos cuanto es capaz en este género de estudios dándonos una bella traducción alemana de la Dorotea.

El primero de estos escritos es la novela intitulada, El peregrino en su patria. Escribiola Lope a principios del siglo XVII y creo que salió a la luz por primera vez en Barcelona en un tomo en 8º el año de 1605. El señor Bouterwek halla bastante larga esta novela. Este juicio en mí, o en quien como yo los principios de las escuelas de Schlegel y de W. Scott y también toda lectura frívola e inútil, es una consecuencia natural de una convicción fuerte a la cuál pocas páginas de Lope y de los escritores que se le asemejan pueden parecer bien; pero un juicio tan desabrido, seco y despreciador en el Sr. de Bouterwek, hombre que parece haber podido leer con delicia los más largos comediones de los españoles más desproveídos del ingenio y del estilo de Lope, es para mí un enigma que me haría sospechar que el Sr. Bouterwek no ha leído siempre los libros que juzga, si como era este sabio escritor un alemán de la escuela de Gotinga hubiese sido un autor del vulgo parlero de París.

El peregrino en su patria es largo pero digno de leerse por cuantos hacen que las muchas ediciones de Walter Scott, de Atala y de tantos otros noveladores sin verdadera filosofía sean lucrativas a ese vulgo de libreros para quienes las producciones de nuestras más nobles facultades solo y siempre son una mercadería buena si se vende, mala si, con razón o sin ella, no tiene pronto y buen despacho. Además, en esta novela, como en cuanto ha escrito Lope, hay a menudo mucho ingenio, y siempre un estilo castellano o muy bueno o útil a quien quiera penetrar la admirable índole de una lengua en que se combinan de un modo fecundo en secretos útiles a las artes del decir las lenguas antiguas y el embrión de todas las modernas del mediodía de Europa.

El Sr. Mayor Richard ha puesto en el frontispicio de El peregrino… y de todos los nueve tomos de sus (Romantische Dichtungen) Ficciones del género novelador de Lope, estos versos con que el infeliz Cervantes ajado 13 más de una vez por este poeta rico y favorecido lo alabó con hipérbole y con aquella generosidad que caracterizó siempre la grande alma del autor del Quijote:

Poeta insigne, a cuyo verso y prosa
ninguno le aventaja, ni aun le llega. 14



»Habían de escribir los hombres científicos, o por lo menos grandes cortesanos, gente que halla en los desengaños, notables sentencias y aforismos.« El Sr. Richard ha dado esta divisa en el segundo tomo de sus Ficciones de Lope a la 1ª, que es La más prudente venganza, y la ha tomado de la dedicatoria con que este poeta dirige a la señora doña Marcia Leonarda sus novelas. En este 2° tomo Lope es rival de Cervantes y de los noveladores italianos, portugueses y españoles que habían precedido a estos dos grandes escritores. Lo mismo debe decirse del tercer tomo.

Es imposible el juzgar bien en la historia de este género de literatura sin leer con reflexión estos escritos de Lope, en los cuales, en mi opinión, es superior a Cervantes en el estilo, a menudo modelo perfecto del arte de escribir en castellano, siempre ingenio fecundo en ficciones y lleno de las simientes de ellas que se hallan en aquella erudición poética que caracteriza a los hombres que, como Lope y Walter Scott, solo viven para la imaginación y de la imaginación, y que, sin desgracias personales que los desengañen revelándoles lo que son los hombres, y sin la noble indignación de una virtud austera y amiga ardiente de la verdad y de la justicia y enemiga irreconciliable de la mentira y de todo poder sin ley, solo escriben para divertir y divertirse, para aumentar los gustos de que gozan y que les hermoseen el mundo hasta en las cloacas en que este acumula toda su pestilencia moral, y, en fin, para ser alabados, admirados, honrados, enriquecidos.

El Sr. Mayor Richard ha facilitado a los alemanes como traductor elegante y fiel estos estudios, y el hallar en ellos o mi duro y mohíno sistema de crítica, de religión, de moral pública, de legislación, y también de retórica y de poética, o bien argumentos con que refutarlo y con que crear escuelas de entusiastas y que priven de todo respiradero, sin necesidad de la ayuda del poder legítimo de la república, a quien quiera que imagine el responder y defender mis máximas, principios, quejas, sátiras, o como quiera que se llame lo que yo escribo, o lo que escriban los que piensen como yo. Los tres siguientes tomos de las Ficciones de Lope traducidas por el Sr. Mayor Richard contienen la célebre Arcadia en que el gran poeta español se atreve, y no siempre sin razón, a disputar al ilustre Sannazaro la palma en este género de literatura. En el original los que conocen las cosas de España, y yo mucho más que amo por más de un motivo con ternura la ilustre casa de los duques de Osuna, 15 leemos con gusto, yo con gozo, al frente de una de las más notables obras de Lope, un nombre augusto en la historia de las letras y de muchas virtudes: ¡el nombre de Téllez Girón!

En la traducción alemana verán todos hoy, además, el del esclarecido sobrino del gran Fox, el Exmo Sr. Enrique Ricardo Vassal, Lord Holland, escritor que ha sabido honrar y juzgar a Lope y a mi infeliz, pero no oscura ni, humanamente hablando, justamente afligida, desgraciada y vilipendiada nación. Los españoles que, como yo se lo aconsejo mucho, 16 estudiarán en estas traducciones la rica y sabia lengua alemana verán que, como Lord Holland, el Sr. Richard es un noble amigo del nombre español. En esta traducción se ha esmerado sobremanera este hábil traductor y creo que uno de los mejores estudios en que puedan emplearse los que, sabiendo el alemán, quieran estudiar bien el castellano es el de comparar esta traducción fiel y elegante, según lo que yo puedo opinar, con el texto de Lope; y aun por eso desearía yo que, a lo menos, esta obra y la Dorotea de que voy a hablar, saliesen a luz de nuevo con el texto al lado de la traducción. Ambas novelas son las dos obras maestras de Lope como escritor prosaico y dueño de la índole de la lengua castellana.

En la Dorotea, que Lope llama Comedia en verso y prosa y cuya principal edición antigua es la de la imprenta real de Madrid del año de 1654 en 8°, une Lope al mérito del estilo y del arte con que aniquila el gongorismo mucha invención y amenidad, caracteres bien concebidos, y cuánto ha obligado al erudito Gaspar de Barth, juez competente en la literatura castellana como pocos entre los extranjeros, a alabar a Lope como imitador del obispo griego y célebre novelador Heliodoro, casi indicando que ha sido superior alguna vez a este gran modelo. 17

Nada creo poder añadir a esto, y acabo este anuncio deseando que los literatos españoles, castellano-americanos y alemanes, y cuantos se ocupan de las dos lenguas alemana y castellana, animen la industria docta del librero de Aquisgrán, el Sr. J. A. Mayer, para que incite al Sr. Richard a traducir algunos de los mejores sonetos de Lope, las buenas, que son muchas, entre sus poesías líricas, por ejemplo la Barquilla, algunas de sus poesías piadosas, y pasajes escogidos de todos sus escritos; pero siempre con el texto para que se propaguen los estudios reflexivos y comparativos de las lenguas modernas, estudios de la primera importancia en los proyectos filantrópicos de una civilización profundamente luminosa.

Neuwied, julio de 1829.

Álvaro-Agustín de Liaño






12. Se ha traducido en francés y muy bien la erudita Historia de la literatura castellana del señor Bouterwek, ¡sabio que poco ha nos ha sido arrebatado por la muerte! Un docto escocés, de vuelta de sus viajes, en los cuales me vio en Berlín debe, según me dijo entonces, haberla traducido y aún mejorado en inglés. Yo he deseado darle materiales para muchas importantes adiciones y correcciones, pero acaso alemanes con quienes corresponde le han aconsejado el que ni responda a mis cartas, las más desinteresadas que él haya podido recibir en su vida. Tengo en Alemania algunos adversarios de este jaez. El S. Mayor Richard me ha escrito que últimamente se ha traducido en castellano la Historia del S. Bouterwek.
13. Pellicer ha publicado algo que lo prueba. Los Srs. F. de Navarrete y de Arrieta quieren persuadirnos de que Lope y Cervantes vivieron unidos. Yo sé lo que es un clérigo rico y aplaudido en sus relaciones con un soldado pobre y que tiene mucho más ingenio que él, y sé que aun los nobles Argensolas renegaron a Cervantes y que este vivió y murió en la miseria. Esto me basta.
14. Elogio muy exagerado, y acaso dictado por la necesidad y la prudencia.
15. Yo estudié la Filosofía en la escuela de un doctísimo médico, D. Antonio García, en la Universidad de Osuna fundada por la Casa de Osuna. Un hijo del Sr. duque de Osuna, que no ha desdeñado el formarse como hombre de un gusto perfecto en las bellas artes y de una grande erudición, me socorrió en Italia sin conocerme en un momento en que, lejos de mi familia, me hallé en el estado de embarazo y de aflicción en que quería ponerme el poder de sacerdotes grandes del mundo. No olvidaré nunca la noble alma que hallé en este alto caballero. ¡Acaso si supiese de mí, hoy que soy mucho más desgraciado que entonces, me ayudaría a inutilizar el triunfo de bajos enemigos!
16. Creo que este consejo es muy útil a los castellano americanos, y no me contradecirá mi sabio amigo el Sr. D. Lucas de Alamán.
17. Esto no es decir que me gusten a mí novelas de amores, ni obispos que las escriben: pero no está en mi poder el quemar la paja que ahoga todo lo bueno en el mundo.

GRUPO PASO (HUM-241)

FFI2014-54367-C2-1-R FFI2014-54367-C2-2-R

2018M Luisa Díez, Paloma Centenera