Síndrome burn out o del empleado quemado, ¿cómo evitarlo?

Un estudio de la Universidad de Zaragoza y el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud, ha determinado las claves para afrontar el Síndrome burn out o del empleado quemado.

Nuestro organismo se pone en alerta cuando detecta peligro con el fin de poder responder de una manera eficaz ante una amenaza.

El estrés forma parte de esa respuesta, se activan los mecanismos y las glándulas empiezan a segregar las sustancias que mantienen los sentidos vigilantes. La supervivencia manda aunque la vida no corra peligro y pasemos gran parte del tiempo sentados en una oficina.

La cuestión es que este mecanismo puede salvarnos la vida cuando responde a un peligro real pero supone un problema cuando la amenaza no entraña un riesgo de muerte si no que se debe a situaciones como la sobrecarga de trabajo y esa sensación de alerta se sostiene a lo largo de los días.

Cómo evitar este síndrome

Los especialistas aconsejan disminuir el nivel de exigencia sobre las tareas que se realizan. Es importante mantener a raya el perfeccionismo ya que los resultados no solo dependen de uno mismo.

Para combatir los efectos perniciosos en labores muy rutinarias se recomienda establecer e identificar nuevos desafíos y trabajar la automotivación. Si no es posible en el ámbito laboral, al menos intentarlo fuera de este.

La mala organización, el déficit en el sistema de recompensas de las empresas, horarios poco flexibles y un estilo de mando muy rígido que no permita un control sobre el propio trabajo también puede ocasionar que los empleados caigan en este tipo de estrés laboral. Implementar políticas que eviten esta sobrecarga con técnicas como mindfulness o modelos que integren un sistema de toma de decisiones más participativa contribuirá a alejar este problema.

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