La Reforma Educativa en España

Situación de la Educación Infantil y comparación con Iberoamérica

 

                                                                                     Elena Mª ARANDA MARMOLEJO

Elena Mª BERNI ESTÉVEZ

Leonor GARCÍA MAYORGAS

Mª Carmen OBRERO MADUEÑO

 

 

Introducción

La etapa de la Educación Infantil en España ha evolucionado enormemente en los últimos tiempos pasándose de un sistema meramente asistencial a otro propiamente educativo, como consecuencia de los cambios producidos en la sociedad actual (inserción al mundo laboral de la mujer, cambios en las estructuras familiares y modos de vida, etc). Esto se debe a la gran concienciación que se ha producido tanto a nivel social como político de las necesidades educativas de los niños y niñas incluso antes de la edad de escolarización obligatoria, más allá del cuidado y atención a las necesidades básicas. De este modo, ha pasado a considerarse este aspecto como un derecho fundamental de todos los niños y niñas, así como un deber por parte de las instituciones políticas competentes que deben garantizar el cumplimiento del mismo, a través de un sistema público con una amplia oferta que atienda a la demanda. Todo ello ha derivado en una profunda transformación del sistema en la etapa de Educación Infantil, tanto en lo referente a su política interna, como a la profesionalización de este sector, la participación de las familias, etc.

En definitiva, lo que pretendemos con este artículo es establecer una comparación entre la situación de la Educación Infantil en España e Iberoamérica, cuestionando al mismo tiempo la conveniencia o no, de la obligatoriedad de la misma.

 

La Reforma Educativa en España

            La actual Ley Orgánica 10/2002 de 23 de diciembre de Calidad de la Educación (LOCE) ha venido a transformar la estructuración de la Educación Infantil establecida en la antigua Ley Orgánica de 1/1990 de 3 de octubre de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE), pasándose de considerar este periodo como una misma etapa (de 0 a 6 años) con dos ciclos (un primer ciclo de 0 a 3 años, y un segundo de 3 a 6 años), a considerarse como dos etapas diferentes (Preescolar de 0 a 3 años y Educación Infantil de 3 a 6 años). De esta forma, actualmente se hace una nueva matización que distingue ambas etapas del siguiente modo:

·        Preescolar: La LOCE, aunque mantiene el carácter educativo de esta etapa, al cambiar al nombre de Preescolar (antes de la escuela) resalta el carácter asistencial que conlleva este periodo. Por este motivo, podríamos cuestionamos si esto no constituye un paso atrás, aunque realmente nos da la impresión de que se trata más bien de un simple cambio de nomenclatura para establecer una clara diferenciación entre ambas etapas, Preescolar e Infantil, debido al carácter gratuito que con esta ley ha adquirido esta última.

·        Infantil: No sólo es voluntaria, como la etapa anterior, sino que además se establece su gratuidad y se considera incluida dentro de la escolaridad, con lo que se conecta con las necesidades de la sociedad actual, así como con  los derechos del niño, ya que hay estudios como los realizados por Mario de Miguel (1988) que demuestran cómo los niños que han sido escolarizados en los años previos a la enseñanza obligatoria mejoran su rendimiento a lo largo de la misma.

 

 

            Llegados a este punto y tras observar los datos de la gráfica nos planteamos el porqué no incluye la LOCE la Educación Infantil como obligatoria ahora que está subvencionada por el Estado. Nuestra postura a este respecto sería la de incluir la obligatoriedad de esta etapa debido a la enorme desventaja con la que se encontrarán aquellos niños y niñas que lleguen a la escuela Primaria sin haber pasado antes por la Infantil, ya que la mayoría habrá cursado etapa.

            El motivo que puede llegar a fundamentar la no inclusión de la obligatoriedad en la Infantil es el de respetar el derecho de los padres que deseen, sean cualesquiera sus razones, no escolarizar a sus hijos e hijas. No obstante, habría que cuestionarse si este derecho de los padres no perjudica el derecho del niño a ser escolarizado con las consiguientes ventajas que ya hemos mencionado.

            Por todo ello, nos planteamos  qué sentido tiene introducir en la LOCE más contenidos (como la lectoescritura) en la etapa de Educación Infantil si  al mismo tiempo no se la dota de obligatoriedad, ya que esto constituye una fuente de marginación para aquellos niños y niñas no escolarizados antes de los 6 años.

Comparativa con los países Iberoamericanos

            A lo largo de los diez últimos años, afortunadamente, el nivel de mortalidad infantil ha disminuido mucho en los países Latinoamericanos y del Caribe, a esto podemos sumar el cambio social que se ha producido también en estas zonas (incorporación de la mujer al mercado laboral, industrialización, etc.).Todo ello, ha contribuido a una mayor concienciación,  tanto social como gubernamental , en lo referente a la atención y desarrollo a la primera infancia (ADPI). A este respecto, se han desarrollado distintos programas teniendo en cuenta la Convención de Derechos del Niño, así como, sus necesidades y derechos universales considerando la atención temprana desde una perspectiva de preescolaridad hacia otra de ADPI, lo cual ha derivado en cambios políticos dentro de los marcos legislativos.

            Podemos destacar que, a diferencia de lo que ocurre en España, algunos países latinoamericanos han hecho obligatorio en la última década el último curso de Educación Preescolar. No obstante, también hay que señalar que, de un modo similar a lo que aquí sucede,  todos estos países se caracterizan por la carencia de buenas políticas y leyes específicas dirigidas a los niños menores de 3 años. Por todo esto, y gracias a la mayor concienciación ya citada, el nivel general de financiación internacional para programas de ADPI se han incrementado considerablemente, aunque con respecto a la financiación nacional el incremento no ha sido tan significativo ya que los aportes financieros de los gobiernos son muy bajos (aproximadamente entorno al 2% del presupuesto total de educación en la mayoría de los países). Habiendo así una escasez de recursos tanto humanos como materiales lo que constituye un verdadero problema, especialmente en lo que se refiere a la necesidad existente de formación y especialización a todos los niveles.

            A pesar del significativo aumento de escolarización que se ha dado en los últimos años, y en parte como consecuencia de lo ya señalado en líneas anteriores, no se puede decir lo mismo con respecto al nivel de calidad. Esto nos lleva a plantearnos si es más positivo el aumento de la escolarización de los niños en la edad preescolar, independientemente de las condiciones en las que se de, o apostar por un aumento de la calidad educativa para los niños ya escolarizados. Nosotras nos decantaríamos por una escolarización de mayor calidad que atienda adecuadamente a los niños que se encuentran en la edad escolar (a partir de los  cuatro años aproximadamente). Dicho esto, podría parecer que los niños menores de cuatro años quedarían desatendidos, no obstante, nosotras propondríamos que, ya que no existe un nivel de calidad educativa adecuado, el cuidado de estos niños fuera competencia de otros ministerios o departamentos distintos al de Educación que dispusieran de los recursos adecuados. De hecho, así ocurre en algunos de los países de la Unión Europea, como Austria en el que los niños de 3 a 6 dependen del Ministerio de Familia. 

 

Conclusiones

             Podemos terminar diciendo que,  teniendo en cuenta el nivel de desarrollo comparativo entre España e Iberoamérica, consideramos un atraso que aquí hayamos vuelto desde una Educación Infantil (0 a 6 años) a una Educación Preescolar (0 a 3 años) e Infantil (3 a 6) que aun siendo subvencionada no es obligatoria, cuando allí aún existiendo solamente el concepto de Preescolaridad en estas edades, el último año se haya establecido como obligatorio.

            Queremos reiterar la conveniencia, a nuestro criterio, de ir introduciendo la obligatoriedad en la Educación Infantil (principalmente en los cursos más altos) a medida que se vayan adquiriendo cotas más elevadas de calidad, para no dar lugar a la marginación de aquellos niños cuyos padres decidan no escolarizarlos hasta los 6 años, especialmente en aquellas clases socioculturalmente más desfavorecidas.

 

Bibliografía

http://www.concejoeducativo.org/calidadesigualdad/m_infantil_cmrp.rtf

http://www.campus-oei.org/revista/rie22a02.PDF

http://www.campus-oei.org/revista/rie22a01.htm

http://www.campus-oei.org/revista/rie22a06.htm