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Carpóforo: Posee dos fases de desarrollo. En la inicial es globoso, con forma de huevo, de color blanco. Al corte presenta tres capas perfectamente diferenciadas, la exterior es gelatinosa y de color ocre, la segunda es olivácea, y la tercera o capa central es blanca. Posee cordones de micelio, como raíces, con los que queda unido al sustrato. En la segunda fase, la capa central se desarrolla y emerge por la parte superior hasta formar el pie, con un píleo en el ápice de 3 a 5 cm de alto; tiene forma de dedal con una especie de alvéolos que recuerdan a las colmenillas. La gleba se dispone sobre éste, es de color verde botella. En esta fase desprende un olor pestilente e insoportable. Pie: De aspecto esponjoso, puede alcanzar hasta los 20 cm de alto. En su base tiene una especie de volva procedente de la capa externa. |
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Esporas: De elípticas a casi cilíndricas, de 3-5 x 1’5-2’5 micras. Esporada amarillo claro. Hábitat: Puede aparecer en primavera y otoño, en bosques de caducifolios y de coníferas, también se puede recolectar en zonas ajardinadas. Especie relativamente frecuente. La fotografía se realizó en el Parque Natural Sierra de Andújar. Observaciones: Es muy fácil de reconocer, sólo podríamos confundirnos con P. hadriani Vent.: Pers., pero éste tiene la capa externa de color rosado, que en su fase posterior de desarrollo queda como volva. En fase de huevo existen otras especies de otros géneros semejantes, pero basta dar un corte para diferenciarlas sin problemas. Es comestible, sólo en la fase de huevo, pero de poca calidad y poco apetecible. |
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