Para muchos países emergentes, la exportación se considera una decisión estratégica prioritaria para las empresas, llegando incluso a anteponerse al mercado nacional propio. Sin embargo, las dificultades y barreras que conlleva un proceso de internacionalización siguen existiendo, e incluso presentan desafíos mayores. En este trabajo, se analiza un proyecto financiado por el Banco Africano de Desarrollo en el cual un consorcio compuesto por una consultora andaluza y una alemana brindan servicios de asesoramiento para formar un consorcio de exportación en Lesoto. Las barreras culturales no resultan ser el único obstáculo para alcanzar los objetivos; además, es posible apreciar cómo ciertos criterios ampliamente validados por la literatura y las metodologías aplicadas en los países desarrollados muestran poca o nula utilidad en los países emergentes.