Entre las mascotas asistentes predominaron fundamentalmente los perros de diferentes razas y tamaños, aunque también fueron bendecidos pájaros, tortugas y algún que otro conejo, en un acto familiar que demuestra el gran cariño hacia las mascotas, en el que los protagonistas fueron los propios animales. Tras el acto de bendición, las familias recibieron diversos obsequios de la empresa Royal Canin, para animar a los asistentes a tomar conciencia de la responsabilidad que conlleva el cuidado de una mascota, haciendo alarde de la solidaridad del ser humano con los demás seres vivos.