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Jueves, 10 de Mayo de 2018 07:42

Los alumnos de la ETSIAM, Francisco Javier Jiménez y Javier Poyato, obtienen primer premio y accesit “Naturación Urbana” otorgado por Foro Agrario

G.C.
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Francisco Javier Jiménez y Javier Poyato Francisco Javier Jiménez y Javier Poyato

El estudiante del Máster de Ingeniería Agronómica de la ETSIAM de Córdoba, Francisco Javier Jiménez González ha obtenido el primer premio, en la modalidad profesional de Naturación Urbana promovido por Foro Agrario, por su TFG de la titulación de Ingeniería Agroalimentaria y del Medio Rural “Comportamiento de techos verdes en las cubiertas de edificios para distintos sustratos”, realizado bajo la dirección de los profesores de la ETSIAM Adolfo Peña y Tom Vanwalleghem. Por su parte, Javier Poyato Cabrera, Ingeniero Agrónomo por la ETSIAM, obtuvo accésit en la modalidad académica, por su Trabajo “Huertos urbanos en Las Palmeras. Proceso de transformación integral”, realizado bajo la dirección del Profesor David Gallar Hernández.

Estos premios de ámbito nacional, que en su IV edición recaen por primera vez en alumnos de la Universidad de Córdoba, han sido entregados en Madrid durante el transcurso de la Jornada sobre “Ciudades vivas, verdes, saludables y sostenibles” celebrada el 9 de mayo en la E.T.S. de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas de Madrid (UPM).

El trabajo premiado se desarrolló dentro de un proyecto de investigación sobre techos verdes implantado en la Universidad de Córdoba y financiado por la Agencia de Obra Pública de la Junta de Andalucía. Consejería Fomento y Vivienda, titulado “Optimizando el potencial de techos verdes para la rehabilitación energética de edificios: interacción entre sustratos reciclados, propiedades hídricas y eficiencia energética”.

El trabajo aborda los beneficios ambientales y energéticos que proporciona el uso de cubiertas verdes en los techos de edificios, explorando a su vez la posibilidad de utilizar áridos reciclados procedentes de residuos urbanos de demolición, como sustrato para las plantas. En ambientes urbanos, como los de nuestras ciudades, el agua de lluvia causa inundaciones debido a atascos parciales de los sistemas de desagüe, como imbornales y alcantarillas, especialmente después de las primeras lluvias tras el verano. Por otra parte, la generalmente escasa vegetación en estos ambientes no es capaz ni de disipar las elevadas temperaturas del verano ni las bajas temperaturas del invierno. A esto se suma el escaso aislamiento de muchos edificios, lo que implica elevados gastos energéticos para mantener una temperatura adecuada. Los techos verdes, término con el que se conoce al establecimiento de cubiertas de vegetación en tejados y azoteas, son una práctica habitual en otros países del centro y norte de Europa que atenúa el paso del agua de lluvia desde los edificios hasta los desagües en las calles, suavizan los cambios de la temperatura diaria, aumentan la superficie de zonas verdes, filtran algunos contaminantes del aire urbano, y en definitiva ahorran energía.

Durante este proyecto, se ha cuantificado el potencial de techos verdes para la rehabilitación energética de edificios en Andalucía, posibilitando su optimización en climas áridos en los que esta práctica está menos extendida. Desde su inicio el proyecto resultó novedoso ya que es la primera vez que se investiga el potencial de techos verdes a una escala real en un ambiente Mediterráneo. En total se instalaron 6 parcelas experimentales de 15m2 cada una en un edificio de la Universidad de Córdoba. Actualmente se cuenta con casi 3 años de datos registrados de forma continua desde el inicio del ensayo en el verano de 2015.

El proyecto se fundamenta en tres pilares. Primero, se ha investigado el uso de materiales de construcción reciclados para su incorporación en el sustrato de los techos verdes, lo que supone la eliminación de un residuo urbano, aumentando así la sostenibilidad de las viviendas. Se estima que se producen 750 millones de toneladas al año de residuos de demolición, un 25-30% de todos los residuos generados en la UE. Por ello, su reutilización es un paso significante para llegar a una economía circular. Se ha medido la calidad del agua de lixiviados de estas parcelas, pudiendo concluir que no representan ningún problema para el medioambiente y que estos materiales se pueden utilizar perfectamente para los techos verdes. En segundo lugar se han buscado y comparado especies vegetales de la zona que estén bien adaptadas para incluirlas en el sistema de los techos verdes. Se ha evaluado el comportamiento de 12 especies, buscando la sinergia entre el sustrato y la vegetación para minimizar las necesidades hídricas de las plantas y, por tanto del riego. El tercer pilar ha sido la monitorización rigurosa de la temperatura, humedad y flujo de calor en estas parcelas experimentales. Se instalaron más de 80 sensores en las parcelas experimentales, que han permitido concluir que durante el verano los techos verdes reducen la transferencia de calor entre el edificio y el entorno de entre un 66 y 86 %. Los resultados indican claramente que la cubierta verde actúa como un elemento pasivo que reduce significativamente las ganancias del edificio en periodo de verano y puede reducir las pérdidas energéticas en otros periodos del año.
El Proyecto Integral de Huertos Urbanos Palmeras, que obtuvo el accésit, trata de una demanda ciudadana para el desarrollo de huertos urbanos en el barrio Palmeras, una de las zonas más desfavorecidas y con más exclusión social de la ciudad de Córdoba .El proyecto, denominado “Proyecto Integral de Huertos Urbanos Palmeras”, está basado en un estudio realizado por Javier Poyato en la Universidad de Córdoba, en colaboración con el ISEC y la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y de Montes, y cuenta con el apoyo de entidades y colectivos que trabajan en el barrio, así como de organizaciones vecinales. La propuesta tiene como objetivo ofrecer formación a jóvenes y adultos a través de la agroecología, trabajando en la línea de la soberanía alimentaria, bajo una perspectiva social y educativa. El espacio demandado es conocido como “Huerta de Santa Isabel Oeste”, en un terreno cercano al barrio con una superficie total alrededor de 27.000 m². El proyecto continúa en fase de reivindicación del espacio.