Desarrollan un nuevo método para evaluar el impacto oloroso que genera el compostaje

Según algunas estimaciones, cada año se genera en todo el mundo más de 8.000 millones de toneladas de residuos urbanos y todo apunta a que esta cifra podría incrementarse en los próximos años debido al aumento de población. Uno de los procesos que trata de dar salida a parte esta cantidad ingente de basura es lo que se denomina compostaje, un proceso que aprovecha los residuos orgánicos para convertirlos en abono.

Tras poco más de un año de procesado, el compost fabricado con los restos de poda del Campus de Rabanales de la Universidad de Córdoba ya está listo. Los más de 15 metros cúbicos producidos (unos 13.000 Kg. aproximadamente) se emplearán como fertilizante natural en las propias zonas verdes del Campus.

El equipo de mantenimiento del Campus, de la empresa Eulen, ha sido el encargado del proceso de preparación del compost, que incluye el picado, esparcido, volteo y humidificación de los restos. Un proceso 100% natural, que únicamente ha empleado como aditivo urea y estiércol, procedente también de los residuos de la Granja Universitaria del Campus.

En el acto de comienzo de utilización del compost estuvieron presentes representantes de la Universidad y de Eulen. Ambas entidades elogiaron esta iniciativa, que pone en relieve el compromiso de la UCO con una gestión más eficiente de sus recursos y residuos, así como la cuidadosa labor del equipo de Eulen en la fabricación del compost. Un compost que irá obteniéndose de manera continua, ya que se disponen de tres parcelas en las que el material irá rotando en función de las diferentes fases del compostaje.