Herreros Moya ha comenzado su intervención calificando la nobleza como “una parte minoritaria de la población que tenía el poder militar y político” que, como sistema jurídico, finaliza con las revoluciones del siglo XIX. Además, ha destacado que “ser noble es tener privilegios” y se ha referido al concepto de hidalguía “como sinónimo de nobleza”.
Gonzalo J. Herreros ha manifestado que la nobleza se hereda y que “todos los nobles tienen escudo de armas”, destacando la importancia que posee la apariencia en la condición de noble: “ser noble es exhibir nobleza”.
En relación a la nobleza en Córdoba, Herreros Moya ha subrayado que “el patrimonio nobiliario de Córdoba es muy importante” y ha hecho referencia a ejemplos concretos que evidencian la pérdida del mismo: “En 1960, se destruyó el antiguo palacio de los marqueses de la Puebla de los Infantes”.
Asimismo, Gonzalo J. Herreros se ha referido a la Portada Gótica de la calle Obispo Fitero y al Palacio de los Hoces, en la plaza de la Trinidad, como ejemplos del patrimonio nobiliario cordobés.