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Martes, 24 de Abril de 2018 17:04

Mujeres y comunicación en un mundo en crisis: “No hay que feminizar el mundo; hay que democratizarlo”

G.C. -A.M.
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De izquierda a derecha, Octavio Salazar, Luis García Montero, Manuel Torres y Benjamín Prado De izquierda a derecha, Octavio Salazar, Luis García Montero, Manuel Torres y Benjamín Prado G.C./A.M.

Luis García Montero, Benjamín Prado y Octavio Salazar examinan el papel de los hombres en lucha feminista por la igualdad

Los escritores Luis García Montero y Benjamín Prado, más el catedrático de la UCO Octavio Salazar, han protagonizado esta mañana la única mesa de hombres del congreso sobre Mujer y Comunicación para intentar responder a la pregunta de “¿Cómo hemos llegado hasta aquí?”, en relación a la persistencia del modelo patriarcal de dominación en nuestros días.

Octavio Salazar ha repasado en su intervención las principales claves en que se sostiene el discurso machista. Desde la “negación de las mujeres como sujetos con voz propia” hasta su expulsión del espacio público, de tal forma que el hombre lo ha convertido en un “lugar de oportunidades” al tiempo que para ellas ha sido un sitio lleno de “peligros, miedo e inseguridad”. El debate ha sido moderado por Manuel Torres, director de la Cátedra Unesco.

En ese sentido, Salazar ha responsabilizado a muchos hombres por su “silencio cómplice” y por haber contribuido a la perpetuación del patriarcado “por acción u omisión”. En su opinión, los varones han monopolizado el poder, la autoridad y el prestigio, lo que los ha situado en una posición de dominio. Octavio Salazar ha admitido que nos encontramos en un proceso de regresión debido a dos factores concretos. Primero, porque las mujeres se han situado en un “espejismo de la igualdad”. Y segundo, porque los hombres tienen miedo a perder su rol tradicional. “El hombre tiene miedo a perder poder y privilegios”, ha dicho.

García Montero sostiene que la modernidad permitió superar la visión sacralizada del mundo, pero a la vez abrió una nueva construcción de la realidad articulada en un concepto de lo masculino relacionado con lo público y otro de lo femenino vinculado a lo privado. “Un paradigma en el que el hombre se cree portador de la razón y la mujer de los sentimientos”, ha explicado.

“A mí me preocupan los hombres que se creen más feministas que todas las mujeres juntas. Porque el problema de ponerte en el lugar del otro es dejar al otro sin lugar”, ha reflexionado García Montero. Y ha añadido: “No me gusta cuando se dice que hay que feminizar el mundo. Yo trabajo para democratizarlo. Creo en la igualdad”.

Benjamín Prado ha hecho un recorrido por las mujeres ocultadas en la historia oficial de la literatura, al tiempo que ha reivindicado la cultura de la República frente a la dictadura franquista, que encerró a las féminas en la cocina. “En la democracia no se ha hecho lo suficiente. La mayor parte de las obras de María Teresa León no se han publicado todavía en España. Y la obra de Josefina de la Torre no tuvo un hueco en la literatura y se tuvo que convertir en actriz”, declaró.

Para el poeta madrileño, “hay conceptos que se han sacralizado. Por ejemplo, la palabra negociación. Hay cosas que no pueden ser negociables nunca. No se puede ser machista y demócrata. No se puede ser racista y demócrata. No se puede ser homófobo y demócrata”. Y ha agregado: “No se puede ser tolerante con los insultos machistas. Se le hagan a Irene Montero o a Inés Arrimadas”.