Los tubos fluorescentes inservibles y similares (lámparas de mercurio, focos y halógenos) se consideran residuos peligrosos por su contenido en mercurio. Su recogida selectiva se lleva a cabo con la colaboración de los responsables de mantenimiento de cada Centro, lo cuales disponen de un protocolo específico para la correcta gestión de estos residuos con las siguientes instrucciones, entre otras:

  1. Nunca tire los tubos fluorescentes inservibles al contenedor de recogida convencional, almacénelos hasta su recogida por el proveedor habitual, cuando este sirva tubos nuevos (en virtud del Real Decreto 110/2015, de 20 de febrero, sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos).
  2. Almacene y manipule los tubos fluorescentes con cuidado para evitar que se rompan.
  3. Utilice, siempre que sea posible, el envase de cartón original del tubo fluorescente nuevo para guardar el que haya sustituido.

 

Y RECUERDA:

  • Un solo tubo fluorescente contiene suficiente mercurio como para contaminar 30.000 litros de agua.
  • Las bombillas clásicas no se consideran residuos peligrosos, pueden depositarse en el contenedor municipal de inertes (amarillo).
  • Rogamos a toda la Comunidad Universitaria su colaboración para llevar a cabo de manera adecuada esta iniciativa, informando al SEPA o al responsable de mantenimiento de su Centro de cualquier incidencia relacionada con este tipo de material.