Doctrinas no escritas y pensamiento platónico

José Ramón Arana
Universidad del País Vasco
Madrid, octubre de 2000

1. Existencia y contenido de las DNE
  1. Auto testimonio platónico:
    1. Crítica de Platón a la escritura: la escritura es necesaria, para transmitir mensajes más allá de la presencia física del emisor (Fedro, 258 d), pero es insuficiente: porque el signo lingüístico no es adaptable a la situación del lector, no transforma su forma de vida, y es peligroso políticamente, porque no controla en manos de quién cae y qué hace con ello (Fedro 274 c - 279 c; semejante, Carta VII 340 b - 341 e).
    2. Platón sostiene que nunca ha escrito ni escribirá sobre lo más importante y descalifica a quien lo haya hecho o hiciere (Carta VII 341 c - d).
  2. Tradición indirecta.
    Es el conjunto de autores que escriben sobre estas DNE. Están testimoniadas desde la Academia antigua: cfr. Aristóteles, Metafísica I, 6: resumen de la teoría; Física IV, 2, 209 b 1 - 17: existencia de la enseñanza oral.
    Contenido resumen de la teoría: cf. Texto de Alejandro de Afrodisias: In Metaphysicam 987 b 33, p. 55, 20 - 56, 35.
    Las DNE no son secretas sino esotéricas; y no son de la vejez, sino que se pueden retrotraer, como mínimo, hasta la época de la composición de La República.
2. Inmanentismo del pensamiento platónico

Platón se ha interpretado casi sin excepción como pensador de la transcendencia: Aristóteles y Nietzsche serían los dos puntos del arco histórico.
Pero hay que reinterpretarlo como un pensador de la inmanencia. Por varias razones:

  1. Su valoración absoluta y prioritaria del cosmos físico: "la más bella y mejor de las cosas generadas (gegonótōn) es el cosmos" (Timeo 29 a).
    Unidad y finitud del cosmos: sólo hay un cosmos, nada hay fuera del cosmos, ni siquiera el vacío (Timeo 60 c; 79 b; 80 c).
  2. Los principios son llamados y concebidos por Platón como "elementos" (cf. Aristóteles, Metafísica III, 3, 998 b 9 – 11; XIV, 1, 1087 b 4 – 18). Y un elemento es siempre intrínseco de aquello que es elemento. Las funciones y dimensiones del elemento son:
    • Matemáticas: recopilación última y sistemática de enunciados y sus reglas de deducción; Platón la impulsó (cf. Proclo, In Euclidis Elemen. I, Prólogo; II, p. 64, 16 – 68, 4).
    • Física: agua, tierra, fuego y aire como componentes últimos del cosmos visible: Platón rechaza esta ultimidad, pero no por su inmanencia sino porque considera que estos puede ser reconducidos a una estructura geométrica (cf. Timeo 53 c ss.).
    • Letras o sonidos (grámmata):
      1. Los sonidos y los números están internamente cualificados, son una forma intrínseca repetible.
      2. Y permiten una combinatoria: pasar de la letra a la palabra, frase..., de la falta de significado al significado, de lo dado a la creatividad (cf. Filebo 14 c – 18 d).
    • Los principios, el uno y la díada desigual indeterminada, son, por tanto, intrínsecos, no extrínsecos, a lo principiados.
    • Las ideas son inmanentes: son el momento de permanencia, de exuberancia de realidad que cualquier cosa, por banal que sea, tiene:
      1. Ontológicamente: la "idea" es figura en que la cosa se reconoce en su identidad; la cosa se expresa en la idea en su ser (cf. Hipias Mayor 289 c – d); la cosa dura para poder ser reconocida: ese momento de constancia es la idea.
      2. Terminológicamente recurre Platón con toda consecuencia a vocablos que articulen el momento empírico y el momento ideal de una cosa: "participación" (República 476 d), "presencia" (Sofista 247 a).
      3. La concepción de las cideas como "paradigmas" se podría poner como objeción al inmanentismo. Pero hay que entender a éstos desde el concepto de mímesis: teleología intrínseca que recorre toda realidad: una cosa es su entidad actual y el aura de su realidad posible (cf. Timeo 50 c).

El supuesto transcendentalismo de Platón surge de su lenguaje chamánico, del separatismo aristotélico, del neoplatonismo de Plotino.