Gadamer sobre el concepto aristotélico de frónesis

M. Jiménez Redondo
Valencia, 4 de abril de 2003

Al principio mismo de Verdad y Método hay una apelación a la frónesis aristotélica como indicación del tipo de conocimiento que frente al conocimiento metódico y racional nos suministraría verdades que no nos serían accesibles de otra manera.

Este tipo de apelaciones ha marcado la Wirkungsgeschichte de Verdad y Método desde su publicación en los años sesenta. La vinculación de todo proceso de interpretación a una tradición, por un lado, y la inevitable pretensión de universalidad de la comprensión hermenéutica, por otro, harían imposible (o discurriría en sentido contrario) a toda reconstrucción metódica posible de la universalidad de la razón que en el propio proceso de interpretación quedaría, sin embargo, de manifiesto por más que toda razón haya de entenderse siempre como una razón históricamente situada. Posiciones particularistas y posiciones universalistas desde los años setenta han venido apelando por igual a Gadamer, y en este campo de tensiones Gadamer representaría la "urbanizada" presencia del pensamiento de Heidegger en la filosofía centroeuropea de posguerra.

Sin embargo, textos como Los conceptos fundamentales de la filosofía aristotélica (1924) de Heidegger, en el que éste introduce (precisamente desde Aristóteles y básicamente desde la filosofía práctica de éste) por primera vez (creo) completo el concepto de interpretación que expone en Ser y tiempo, permiten preguntarse si la interpretación que Gadamer hace del concepto de frónesis supuestamente desde Heidegger no representa frente a Heidegger un muy básico estrechamiento de la perspectiva de interpretación, en el que se hace además visible el limitado horizonte de interpretación en que se ha movido la filosofía centroeuropea desde los años setenta y posterior.