El subtitulado del género poético

La traducción de poesía no comprende exclusivamente el trabajo con un producto editorial. La presencia creciente de los recursos digitales para promocionarse en redes sociales ha fomentado el uso de vídeos que entrelazan la producción literaria con la imagen y el texto en pantalla. A esta forma de traducción subordinada se suman el subtitulado en documentales o entrevistas (donde el poeta intercala el diálogo con pequeños recitales), el subtitulado para sordos en canales de televisión y los vídeos de presentación de un autor en un mercado extranjero. Por consiguiente, la función y finalidad del encargo serán los condicionantes, los escollos, las estrategias y técnicas que habrá que considerar para afrontar la tarea.

Una cuestión de base y, a su vez, intrínseca al propio subtitulado, es la restricción impuesta por la sincronía del subtítulo en pantalla y que priva al lector del tiempo necesario para recrearse en los entresijos del crucigrama literario. Otra problemática inherente es la equiparación entre la limitación convencional del número de caracteres por línea con la división versal del poema. Existe una alta probabilidad de que la extensión del verso planteará una ruptura con el texto impreso pues, salvo aquellos que no se amolden a un esquema métrico o que se traten de versos de arte menor.

Fuente: Documental La pazza della porta accanto, conversazione con Alda Merini

Un caso especial podría ser el de los versos alejandrinos, pues la posibilidad de presentar los hemistiquios por pares (un hemistiquio por línea) podría ser una solución válida para dividir cada verso en un subtítulo distinto. Es evidente que en cuanto a adaptación se refiere, las opciones de omisión y reformulación del texto podrían ser una posibilidad; sin embargo, esto puede chocar con la finalidad misma del poema al modificar la selección léxica sobre la que gira parte del imaginario simbólico de un autor, los elementos rítmicos como el número de sílaba, la rima o los acentos de lectura.

Centrándonos en las características del encargo y las competencias traductoras necesarias, no podemos obviar que nuestra materia prima es un texto concebido para ser escrito en un idioma, del que pasa a la oralidad del recital para volver al registro escrito en otra lengua y en una modalidad mucho más limitante. Por un lado, el traductor tiene que manejar las técnicas de la traducción poética propiamente dicha y aquellas para el subtitulado. Por el otro, ha de tener una formación en traducción literaria que le permita no solo comprender el texto, sino discernir recursos literarios, estilos y técnicas a las que recurren los poetas y que son la clave para trasladar la intención comunicativa que se pretende alcanzar. Además de estos conocimientos técnico-teóricos, la competencia traductora de la persona que se ocupe de trasladar los poemas de una lengua a otra en subtitulado parte de un único presupuesto: independientemente del autor, características literarias y tipología de producto audiovisual debemos tener en cuenta la intertextualidad del subtítulo. Y esto nos conduce directamente a un planteamiento crucial: ¿qué entendemos por intertextualidad?

El primer paso es la búsqueda bibliográfica de posibles traducciones editoriales del mismo autor y del poemario concreto. Si el poemario tiene ya una versión oficializada en la lengua de destino, esta será la base sobre la que trabajar los subtítulos. En caso contrario, el traductor tendrá que ir tomando una serie de decisiones que prioricen el contenido, la forma, el mensaje o la intención del autor en función del rol que tenga dicho poema en la totalidad del producto audiovisual. Así, antes de plantearse las estrategias de la modalidad subordinada y siguiendo la propuesta de Etkind (1982) podemos optar por:

  • Traducción fonémica (predominancia aspectos sonoros)
  • Traducción literal
  • Traducción métrica (sacrificio del sentido por conservar el esquema métrico)
  • Traducción en prosa
  • Traducción rimada
  • Traducción en verso blanco (omisión de la rima en virtud del sentido)
  • Interpretación: compuesta a su vez por la versión, que altera la forma del original, y la imitación, un cambio de la estructura y el sentido para la construcción de un poema nuevo que conserve solo la temática.

De esta taxonomía, la interpretación es quizá la más recurrente, puesto que permite la reducción de la extensión del verso y hacer que así entre en pantalla. Como es de esperar, dicha estrategia repercute negativamente en la recepción del poema al exponer parte del mensaje de forma más explícita y rebajando la retórica. Otro factor importante es el público al que esté dirigido, ya que, si se trata de un documental sobre un autor, una presentación o un coloquio, el peso de la forma consiste en la parte esencial del encargo, por lo que la traducción en verso blanco podría ser una gran aliada.

En ningún caso, la traducción de poesía en el subtitulado será libre, ya que tendrá siempre restricciones espaciales. Es por ello que la poesía en pantalla será libre de otear horizontes que jamás soñaron sobrevolar, pero se encontrará atada como una cometa a los brazos de las convenciones textuales de ambos géneros.

Víctor Anguita Martinez
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3 thoughts on “El subtitulado del género poético

  • Una explicación muy completa de la complejidad de la subtitulación de la poesía. Me recuerda a la etiqueta de “intraducible” que ya le han puesto muchos autores a la poesía en sí, y que aquí tiene aún más sentido.

    Gracias por esta explicación, que nos abre una puerta más (y, con ella, un reto más) a este apasionante tema de la traducción poética.

    Un saludo,

    Clemen.

    • Gracias por tu comentario, Clemen. Desde luego, es un tema extremadamente complejo e interesantísimo. Esperamos que Víctor, el autor del post, nos siga contando más detalles sobre su estudio multidisciplinar, donde se unen la poesía y la TAV.
      ¡Un saludo!
      Mar.

  • Gracias por el interés demostrado, Clemen. La traducción del género poético ha sufrido siempre la mayor de las discriminaciones, una derrota asumida desde el punto de partida. Basta pensar a que en el mundo editorial es la única que se presenta al lector con el texto original en espejo, diciendo al lector que lo que tiene delante es un mero canal comunicativo subordinado, una creación de segundo nivel que necesita a su hermana mayor que la proteja. Si sumamos todo ello al subtitulado, la mezcla se presenta como un verdadero crucigrama. Un reto la mar de apetecible. En breve se irán publicando más investigaciones en este ámbito que espero sean de tu agrado.
    ¡Un saludo!
    Víctor

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