Ambos organismos se asocian intercambiando carbono y nitrógeno, dos nutrientes esenciales para poder sobrevivir
Carbono por nitrógeno. Este es el trato que mantienen las metilobacterias y las Chlamydomonas. Las primeras son un tipo de bacteria especialmente abundante en las hojas de las plantas y que promueven su crecimiento. Las segundas, un alga unicelular que se utiliza como organismo modelo de plantas en investigación. Ambas conviven en perfecta simbiosis y son capaces de asociarse en determinadas circunstancias para poder sobrevivir.