UGT Andalucía defiende un modelo de financiación equilibrado y participativo
Desde UGT Servicios Públicos llevamos varios años indicando que el modelo de financiación de las universidades públicas andaluzas adolece de muchos errores al estar basado en la demanda (número de universitarios de grado) además de no estar pensado para años de crisis y para nada facilita el desarrollo necesario de nuestros campus universitarios, aunque su cláusula de salvaguarda impedía la reducción presupuestaria.
Desde que el Gobierno andaluz reinventó el modelo de financiación, venimos anunciando que éste sería un fracaso más estrepitoso que el anterior porque aunque la estructura del modelo se compone de una parte de financiación básica (80% operativa, es decir Capítulos I y II) y otra estratégica (10% en investigación y mejora de resultados) en ambos casos hay tres indicadores: docencia, investigación y costes de personal cuya convergencia supone el 6% para todas las universidades por igual repartiéndose el 4% restante en función de bonificación de matrícula y otros criterios.
Tras la reducción presupuestaria de 135 millones de euros en 2020, la aplicación del modelo ha dejado a alguna de las universidades por debajo del presupuesto 2021, demostrando que el modelo es desequilibrado por lo menos, no garantizando el mínimo necesario para la supervivencia del sistema, ni hablamos ya de incrementos.
Una de las demostraciones de que el modelo es un fiasco es el acuerdo alcanzado entre las universidades y el Gobierno andaluz el pasado 6 de abril por el que la Junta de Andalucía se compromete a una revisión consensuada del modelo de financiación “de imediato” y al incremento del montante de la financiación para garantizar, al menos, el presupuesto 2021 más el 2,8% de la cota de este año 2022.
UGT Servicios Públicos está a favor de un modelo de financiación que asegure, no sólo la supervivencia del sistema, si no que permita a las universidades actualizar su oferta de titulaciones y mejorar las relaciones con su entorno generando una transferencia real de conocimientos aplicados al sistema productivo andaluz promoviendo una Universidad capaz de ser el motor intelectual de nuestro desarrollo como territorio y para ello es esencial la participación de todos los actores, por ello reclamamos, como agente social implicado en Andalucía, nuestra participación.
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