Desde que el 11 de marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud declarase pandemia internacional la situación de emergencia ocasionada por el brote epidémico de COVID-19, se han ido sucediendo acontecimientos de máxima importancia. De hecho, hoy miércoles 22 se prevé una nueva prórroga del Estado de Alarma hasta las 00:00 horas del día 10 de mayo de 2020, habiéndose declarado inicialmente por el Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, y previamente prorrogado por los Reales Decretos 476/2020, de 27 de marzo, y 487/2020, de 10 de abril.

La necesaria paralización de la actividad presencial que trajo consigo la declaración del Estado de Alarma, ha venido siendo imprescindible con el fin de minimizar al máximo el riesgo de contagio del COVID-19, ya en los centros de trabajo, ya en los procesos de movilidad que lleva consigo el acudir a aquellos.

El Real Decreto-ley 15/2020, de 21 de abril, que contiene medidas excepcionales que se toman dentro del contexto de Estado de Alarma, prorroga dos meses el carácter preferente del trabajo a distancia, así como el derecho de adaptación del horario y reducción de la jornada, para garantizar la protección de las personas trabajadoras y seguir atendiendo a las necesidades de conciliación de la vida laboral y familiar en el contexto de la crisis del COVID-19.

Por lo tanto, es previsible que en unas semanas asistiremos a una etapa extremadamente sensible en la cual la vuelta a la actividad presencial deberá estar muy matizada, exigiéndonos la alerta ante cualquier desestabilización que produjera un incremento en el riesgo e, incluso, que impidiera el retorno a la normalidad en términos de salud al conjunto de la población, y específicamente de las personas trabajadoras de nuestra Universidad. En suma, la desestructuración de las medidas frente a la pandemia no puede suponer el incremento de la tensión en un Sistema de Salud ya sobradamente saturado.

El proceso de reincorporación al trabajo debe ir tutelado por el Diálogo Social. La puesta en valor del Comité de Seguridad y Salud Laboral (CSS-UCO) junto con la constante participación de las organizaciones sindicales, los órganos de representación y el Equipo de Gobierno en diálogo fluido en nuestro ámbito puede facilitar el éxito del establecimiento y cumplimiento de las medidas preventivas para no poner en peligro a la comunidad universitaria, sus familias y el resto de la sociedad.