Cáscaras de almendra para potenciar los coches eléctricos
Un equipo de investigación de la Universidad de Córdoba logra fabricar baterías para coches eléctricos con esta materia prima y aumentar un 60% su autonomía
El cambio climático es una realidad y sus consecuencias, cada vez más evidentes. Los gobiernos de los principales países están tomando medidas para abordar el problema. Uno de los aspectos derivados de este fenómeno más controvertidos es la posible prohibición de los vehículos que funcionan con combustibles fósiles.
El pasado noviembre, el Gobierno español proponía que los coches y vehículos comerciales de gasolina, diésel, híbridos y gas natural no se puedan vender en España a partir de 2040, una iniciativa que ya se han planteado países como Reino Unido y Francia. Este anuncio del ejecutivo viene reflejado en la futura Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica, que contribuirá a que España pueda cumplir con sus compromisos internacionales contra el calentamiento global.
Los responsables de este estudio han probado la nueva batería en cargas rápidas, aspecto especialmente demandado para el coche eléctrico. Las pruebas en recargas de una hora han sido un éxito y prevén la viabilidad de estas baterías para recargas todavía más rápidas, tal como se requiere en el sector.
El uso de este tipo de residuos procedentes de biomasa puede ayudar a diseñar baterías más sostenibles con el medio ambiente, sin perder propiedades en su rendimiento y eliminando la necesidad de usar compuestos procedentes de petróleo o de elementos caros y poco abundantes.
Según indica la investigadora principal del estudio Almudena Benítez, “estamos valorizando un residuo que se genera de manera muy abundante en España y especialmente en la provincia de Córdoba, dándole un valor añadido hacia una explotación en sectores de alta tecnología”. Los primeros resultados de simulación de estas baterías preparadas con carbones derivados de cáscaras de almendra señalan que “podrían aumentar un 60 % la autonomía de un vehículo eléctrico estándar, donde se utilizan las baterías convencionales de litio”.
Paralelamente, este equipo investigador se centra en abordar otros problemas de las baterías en los coches eléctricos como es la seguridad. Para resolver este serio inconveniente proponen el uso de materiales como el grafeno tridimensional y electrolitos no inflamables. Este trabajo supone un paso más en los estudios de estos científicos y el objetivo actual de su investigación.
El estudio en el que se centra el equipo integrado en el IUNAN cuenta con la financiación del Ministerio de Economía y Competitividad a través del Proyecto MAT2017-87541-R “Avances en la tecnología de baterías Litio-Azufre: rendimiento, seguridad y sostenibilidad”.