Las escuelas “charter”
Presentación
y crítica
BLÁZQUEZ MORENO, Francisco
Javier
CAMPANERO OLMEDO, Mª Jesús
IBÁÑEZ CASTILLO, Ana Mª
Las sociedades se configuran
según la ideología política que gobierne, llegando a impregnar de ésta el
sistema educativo. De este modo, un gobierno capitalista fomentará el
individualismo que, por otra parte, es una característica del modelo de
mercado. Este tipo de gobierno pretende conseguir una calidad educativa
referida a la productividad, competitividad y eficacia. Así pues, en una
sociedad capitalista, donde prevalece la búsqueda de las características de la
calidad educativa expuestas, aparece en su sistema
educativo un tipo de colegios, contratados por el Estado, llamados Charter.
Una vez que hemos partido de la
sociedad donde nacen los colegios charter, relataremos qué son, un poco de su
historia hasta llegar a su situación actual y, posteriormente, expondremos
algunas de las controversias que aparecen en su aplicación, junto a algunos
puntos críticos acerca del tema.
¿Qué son y cómo nacieron los colegios “Charter”?
Los colegios “Charter” – cuya
traducción sería licencia o contrato – están
financiados por el Estado sobre la base del número de alumnos
matriculados en el centro, aunque también pueden recibir donaciones de particulares
o empresas. Estos colegios no pueden cobrar los servicios educativos primarios,
pero sí los secundarios.
A cambio del capital que el
Estado les da, son sometidos a la evaluación de su propuesta anteriormente
presentada, que especificará los contendidos, objetivos y metodología del
colegio que la presente. Pasado un período de tres a cinco años, si los
colegios no cumplen con el contrato presentado al Estado, su licencia no será
renovada.
La historia de los colegios
“Charter” comienza en Estados Unidos, cuando a principios de los años 80, se
pensó que debería existir más libertad de innovación en los métodos de
enseñanza, con el objetivo de atender mejor a alumnos con problemas de
aprendizaje.
A finales de esta década, se inició en Filadelfia un programa de “escuelas
dentro de las escuelas” al que llamaron “Charter”. Estas escuelas fomentarían
la libre elección tanto a los docentes, que decidieran incorporarse a este tipo
de colegios, como a los padres de los alumnos, a quienes se les aumentaba la
oferta educativa.
Sin embargo, los colegios
charter no nacieron como tal, hasta 1993 en Minnesota.
Desde ese momento, se fueron abriendo más escuelas charter en varios Estados,
pero el mayor impulso se dio con la administración de Clinton
en 1995.
Por último, aquí podemos
observar que el número de escuelas charter se ha ido incrementado cada año en
treinta y tres de los estados que componen los Estados Unidos.
Si quieres
saber más acerca de las características de estas escuelas haz click aquí.
Contradicciones en el paso de la teoría charter a su práctica
Durante el proceso de búsqueda de información
sobre las escuelas charter, hemos encontrado algunas incongruencias, ya que la
teoría existente no se corresponde con la práctica. Algunas de estas
contradicciones son:
þ En teoría, las escuelas charter nacieron para dar oportunidad a todo el
mundo a acceder a una educación digna y de calidad. En un principio, se crearon
los charter para atender a las poblaciones marginadas y a los niños con
problemas de aprendizaje; pero en la práctica esto no ocurre exactamente de
esta manera, pues lo que se hace es recomendar a los padres que escolaricen a
sus hijos en otros colegios.
þ Este punto esta relacionado con el anterior. Por
propia definición extraemos que “las escuelas charter son escuelas públicas y
gratuitas, donde animan a los padres a colaborar con la institución mediante
donaciones o trabajando en diversas actividades”. Las escuelas charter no
pueden discriminar a las familias por el tipo de actividad que decidan aportar
a la institución docente, sin embargo, los directivos etiquetan a los alumnos dependiendo
de las aportaciones económicas de sus familiares, es decir, tienen mejor
consideración aquellas familias que donen cuantiosas cantidades, que a otras
menos pudientes.
þ Por otra parte, las escuelas charter
dejan libertad al personal docente para la innovación y para escoger la
metodología que ellos consideren más adecuada, sin embargo, no creemos que
exista tal libertad debido a la presión a la que están expuestos por el
mecanismo de rendición de cuentas, y esto, suponemos que coarta la libertad de
enseñanza, ya que si no cumplen con lo exigido, peligra su permanencia en el
colegio.
Puntos críticos de los colegios charter
Como hemos visto, la legislación
de las escuelas charter ofrece una visión positiva de la instauración de estos
colegios en un país o un Estado. Sin embargo, la práctica no coincide mucho con
dicha teoría, por lo que esto hace que se produzcan una serie de puntos
a favor y en contra de los colegios Charter.
Gracias a estas escuelas, surgen
nuevas alternativas tanto para el profesorado, como para la comunidad, ya que
se obtiene la oportunidad de crear un centro en base a la propia ideología. Por
una parte, esto corresponde a la libertad de enseñanza, puesto que se instauran
centros basándose en filosofías personales, y, por otra parte, da libertad de
los padres a escoger un centro para sus hijos, que coincida con su ideología,
religión, opinión, etc.
Sin embargo, como ya sabemos,
los profesores se ven expuestos a duras medidas de rendición de cuentas, al
igual que el centro para el que trabajen, lo que hace dejar a un lado las
metodologías, para dedicarse más de pleno al rendimiento académico de los
alumnos.
Cuando hablamos en términos de
calidad, nos encontramos que siempre se ve relacionado con productividad y
competitividad, como anunciábamos en la introducción. Lo que hace que centros, profesores y alumnos
(objetos de comparación) se vean sometidos a tensiones en el trabajo, lo que
nos hace cuestionarnos la “calidad” de dicha enseñanza.
Diversos estudios han demostrado que el nivel
socioeconómico alto de la familia influye directamente en que la posibilidad de
elegir centros educativos sea
más amplia, por lo que de estos estudios
se deduce que los sistemas educativos charter están beneficiando solamente a un
sector de la población, con lo que se está favoreciendo la estratificación
social.
Esto de lo que estamos hablando
es contrario a la diversidad que tanto hemos estudiado, ya que la integración y
la adaptación serían términos que desaparecerían para dar paso al individuo
segregado por sus condiciones personales, sociales, étnicas, religiosas e
ideológicas. Lo que, a modo de ejemplo más práctico: iría en contra del artículo 14
de nuestra Constitución, que afirma todo lo contrario.
Por otra parte, los colegios
charter, prototipo de escuelas liberales, nos presentan una descentralización
centralizada, ya que, al final, el gobierno es quien decide, en último término,
qué proyectos van a ser aceptados, así como dirigen la rendición de cuentas a
la que se ven sometidos estos centros educativos.
Siguiendo con la rendición de
cuentas, un punto a destacar es que a pesar de que se exija productividad,
pocas son las subvenciones con las que cuenta la educación, con lo que se
exigen altos resultado al más bajo precio, suponiendo para el Estado un
rembolse económico[1].
Para terminar nos preguntamos,
y preguntamos al lector, si la Educación
se puede comprar, si se debe someter a las leyes de mercado, porque con el
tiempo también podría desaparecer el derecho a la educación para todos,
recibiendo mejor educación aquellos que más pudieran aportar a la empresa, particular
o comunidad patrocinadora de un Charter.
Bibliografía
& Tobin McAndrews y Wendell Anderson (2002) Colegios
dentro de los colegios. Educational Resources Information Center.
& Pablo Imen. Nuevos ropajes de la
vieja desigualad educativa: notas Críticas sobre la charterización
de las escuelas estatales
& Juan
Luis Fernández de la Mora. La lección
educativa norteamericana. Razón Española.
& Lidia
Rodríguez (2000). Tendencias
privatizadoras en Educación. Instituto de Investigaciones pedagógicas
de la CTERA.
& Autores
varios. Escuelas
Charter de HISD. HISD Charter school.
& Saran Donahoo (2001). Perspectivas
sobre las escuelas charter: una reseña a padres de familia. Educational Resources
Information Center.
& David Beers. Educación de Mercado: la
historia desconocida. Fundación Atlas.
& Mariano Narodowski
(1999). Varias respuestas a diez objeciones efectuadas a las
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& Richard C. Seder.
Escuelas "Charter"
Satélites: Atender a las Urgencias en las Instalaciones Escolares a través de
Sociedades entre lo Publico y lo Privado. Estudio de Política No. 256.
& Eduardo
Sánchez Martínez. La
descentralización federal como criterio estratégico de la política educacional.
Universidad Blas Pascal. Investigación.
[1] Un estudio demuestra que los colegios
pequeños (como son los charter) gastan menos dinero por alumno, que los
colegios grandes, quiénes invierten más dinero en administración. Además, los
colegios pequeños demuestran más eficiencia, ya que el alumnado se gradúa a
tiempo (no como en los colegios grandes), lo que supone menos coste para el
centro.