En las actuales sociedades globales, el aprendizaje de segundas lenguas extranjeras (y, especialmente del inglés) ha adquirido una gran relevancia para el desarrollo laboral de las personas, convirtiéndose en un objetivo primordial para los individuos, las familias y los sistemas educativos. En este contexto, los programas de educación bilingüe español-inglés se han extendido ampliamente en España en las dos últimas décadas, recibiendo importantes recursos por parte de todas las comunidades autónomas. Estos programas, impulsados por las estrategias para el fomento del multilingüismo de la UE, incorporan mayoritariamente la metodología AICLE (CLIL en su acrónimo inglés), mediante la cual se integra el aprendizaje del inglés en la instrucción de materias no lingüísticas.

Diversos estudios evaluativos han analizado ya diferentes cuestiones sobre esta política educativa. Sin embargo, las implicaciones de equidad de los programas bilingües han sido escasamente analizadas desde una base empírica y científica en el contexto español y en el europeo. Este proyecto busca cubrir tal vacío avanzando en el conocimiento de esta cuestión desde una perspectiva eminentemente sociológica y a partir de un análisis integral de la misma. Para ello, centrándonos en el estudio del caso andaluz, y a partir de una metodología mixta, se plantean los siguientes dos objetivos generales.