El estro muestra una duración media de 5-10 días (rango de 2-20 días según Bell and Christie en 1971). Se estima como la fase de receptividad sexual positiva, de tal manera que se considera como inicio del estro el primer día en el que la hembra acepta el coito con el macho. Las manifestaciones clínicas se caracterizan por la aceptación pasiva o activa del macho, desviando la cola y adoptando una postura de lordosis. Además, se registra una disminución del edema y de la secreción vulvar.

Los estrógenos alcanzan concentraciones máximas 24-48 horas antes del inicio del estro, niveles que ejercen una acción “feed-back” positiva sobre el hipotálamo e hipófisis, induciendo la secreción en pico LH (de 7 a 50ng/ml), típico del inicio de la fase estral. La presencia de una onda de LH alargada, con una duración de 48-96 horas, induce la ovocitación en aproximadamente 2 o 3 días tras este pico preovulatorio de LH (Phemister et al., 1973; Wildt et al., 1978). Los oocitos son liberados a trompas uterinas en estado inmaduro, como oocitos primarios, por lo que deben madurar para poder ser fertilizados por el espermatozoide. Este proceso de maduración, consistente en la extrusión del primer cuerpo polar y la culminación completa de la primera división meiótica, culminará en 2-3 días tras la ovulación, convirtiéndose así en oocito secundario (Phemister et al., 1973). Por otra parte, esta fase se caracteriza por una elevación de los niveles plasmáticos de progesterona (hiperprogesteronemia), iniciada desde finales del proestro y mantenida durante todo el periodo estral. La concentración sérica de progesterona aproximadamente 2 días antes de la ovulación, coincidiendo con el pico de LH, es de 2 a 2.9ng/ml (Concannon et al., 1975, 1977a; Jonhston and Root, 1995), mientras que esta concentración en el día de la ovulación es de 4 a 10ng/ml (Wildt et al., 1979; Jonhston and Root, 1995).

El diestro, periodo de secreción de progesterona a partir de los cuerpos lúteos formados, se inicia en el momento en el que la hembra muestra un rechazo patente a la cópula. Tiene una duración variable en torno a 60-80 días (Holst and Phemister, 1974). Se caracteriza por la disminución del tamaño y el tono de la vulva y la disminución del interés mostrada por el macho.

Tras la ovulación, la formación del cuerpo lúteo induce la producción continua de progesterona, con o sin gestación, con un pico máximo a los 20-30 días del pico de LH y una posterior disminución gradual durante los siguientes 40-60 días. En perras gestantes, la progesteronemia cae de forma llamativa para iniciar el parto, el cual no sucede hasta que la progesterona sea inferior a 2ng/ml. La prolactina está presente y es necesaria durante la fase luteal, incrementándose mucho más en respuesta a la caída de la progesterona al final del diestro y promoviendo el comienzo y mantenimiento de la lactación.

 

         
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