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Miércoles, 04 de Mayo de 2016 12:15

Inauguración de dos nuevas Bibliotecas Cordobesas: Biblioteca Béjar y Biblioteca Carnero Varo

G.C.
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Un momento de la inauguración Un momento de la inauguración

La Biblioteca Maimónides ha acogido el acto que ha cerrado la programación Abril en la Biblioteca 2016, que ha contado con la asistencia del coordinador general de Campus, la directora de la Biblioteca Universitaria y una extensa delegación de familiares y amigos de José Carnero Varo.

En primer lugar, se ha inaugurado la Biblioteca Béjar, donada por Manuel Béjar Hurtado, natural de Palenciana (Córdoba). Doctorado en Filología Española en la Universidad de Utah, su labor docente se prolongó en la Virginia Commonwealth University. En sus años de docencia en Estados Unidos el cariño y la añoranza por Córdoba han sido constantes, destacando en este sentido su su participación en el Coloquio organizado en Baltimore con motivo del 540 aniversario del nacimiento de Isabel I de Castilla, donde expuso su obra A las puertas del quincentenario: 1492-1992, considerada por el autor como su testamento personal sobre de la importancia del humanismo en la sociedad y en la historia. A su regreso a España, sintió la necesidad de realzar los valores culturales y tradicionales de su localidad natal, manifestando la acción de la contemporaneidad en la misma, a través de su obra 'A las puertas de Palenciana', escrita en el año 2008.

A continuación, y con sucesivas intervenciones del vicedecano de la Facultad de Veterinaria, Alfonso Martínez Galisteo, del coordinador general de Campus, Rafael Jordano Salinas, del catedrático emérito Antonio Rodero Franganillo y de Josefina Beltrán Ruiz, se ha procedido a la inauguración de la Biblioteca Carnero Varo, donada por la familia del veterinario  José Carnero Varo, miembro de una larga dinastía de Veterinarios, que cursó brillantemente la carrera de Veterinaria y se doctoró en la Universidad de Córdoba, ciudad de la que procedía su familia materna y por la que él sentía especial cariño. Ejerció su profesión como facultativo en el laboratorio de la Delegación Territorial de Sanidad de Málaga, en la Cátedra de Microbiología y Parasitología y en la Comisión de Seguimiento del Animalario, ambas de la Facultad de Medicina de Málaga. Alternó la docencia con la clínica veterinaria, en un principio como veterinario rural y desde 1990 dedicándose exclusivamente a la clínica de pequeños animales. Por su trayectoria profesional fue galardonado con la “V de Oro”, máxima distinción que otorga el Colegio Oficial de Veterinarios de Málaga, y nombrado Académico de número en el año 2001 por la Real Academia de Ciencias Veterinarias de Andalucía Oriental.