Miércoles, 21 de Septiembre de 2016 08:47

Pablo Acevedo y Juan José Castro Martín abren el programa de actividades de la Cátedra Góngora

G.C.- F.G.L.
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De izquierda a derecha, Juan José Castro Martín, Pablo Acevedo y Joaquín Roses De izquierda a derecha, Juan José Castro Martín, Pablo Acevedo y Joaquín Roses G.C. - F.G.L.

La Casa Góngora ha acogido la primera actividad programada por la Cátedra Góngora para el curso 2016-17, en la que han participado los poetas Pablo Acevedo y Juan José Castro Martín, que han abierto el ciclo Duelos poéticos en el día de Marte. Los dos escritores, cuyas obras están marcadas por la in-fluencia de Luis de Góngora, se han batido en un ‘combate de versos’ con tex-tos propios y del ilustre poeta cordobés. Ambos han sido presentados por Joa-quín Roses, director de la Cátedra, quien ha destacado las similitudes entre ambos autores, tanto por el influjo gongorino como por el hecho de que los dos tienen la misma edad o el mismo número de libros publicados.

El duelo poético ha sido iniciado por Castro Martín, que ha leído un fragmento de la ‘Fábula de Polifemo y Galatea’, a partir de la estrofa cuarta. El autor de ‘Deriva de las islas’ o ‘Margen de lo invisible’, se ha referido a Góngora como un poeta “muy nostálgico”, cuya influencia en la poesía española hace que “siempre” se dialogue con él. “Don Luis tiene la virtud de ir al silencio de las palabras a través de las palabras”, ha apostillado. A continuación, el poeta mo-trileño ha recitado un poema propio, que fue escrito por encargo, titulado ‘Sole-dad y castigo’.

Pablo Acevedo ha ‘recogido el guante’ relacionando este combate poético con una cita del mítico boxeador Muhammad Ali: “Volar como una mariposa, picar como una abeja”. Precisamente, son dos insectos que aparecen en el poema de Góngora ‘De la ambición humana’, que se ha encargado de leer para dar réplica a la intervención de Castro Martín. Pablo Acevedo ha señalado que en el poema, Góngora sigue la “lógica petrarquista de la mariposa y la llama”, im-poniéndose los elementos simbólico, como demuestra la presencia también de “la abeja y el fénix”, que se identifican con la resurrección y la eternidad. El autor de ‘Cazamariposas’ ha recitado a continuación un poema titulado ‘Oda a la polilla’, en clara correspondencia con los insectos antes mencionados.

Más información: http://www.uco.es/cultura
http://www.uco.es/catedragongora