Los tesoros anglosajones

Los tesoros anglosajones

En un lugar recóndito del oscuro y misterioso universo, bajo la protección de una brillante estrella, se halla una tierra bañada por el cerúleo de mares y océanos, ricos en su diversidad, como la tierra que acarician: Europa.

El 26 de septiembre es el Día Europeo de las Lenguas; es el día en el que se celebra esa diversidad, esa pluralidad de pueblos que caminan de la mano mirando a un horizonte de unión y fraternidad. La multiculturalidad está en el corazón de las tierras europeas, y de sus lenguas. Nuestros antepasados tuvieron contactos continuos e intercambiaban sus costumbres y su cultura. Eso los hizo crecer, y a pesar de las diferencias, se llegó con el paso del tiempo a la sólida unión de países que conformamos hoy en día.

La lengua inglesa atesora secretos valiosos sobre nuestros antepasados, puesto que fue un punto de convergencia entre diferentes culturas desde sus orígenes. Los pueblos celtas, los romanos, las tribus germánicas o los normandos son solo algunos de los ejemplos más conocidos de pueblos que jugaron un papel decisivo en la evolución de esta lengua. Es por ello por lo que el inglés tiene una peculiaridad y es  que nos permite reconocernos en sus palabras, sea cual sea nuestra lengua materna.

Un paseo por la geografía inglesa permite identificar estos vestigios de contactos lingüísticos, sociales y culturales a través de los topónimos, es decir, de las palabras que designan a los lugares.

Kent, Devon, o Avon son ejemplos del sustrato celta de la lengua inglesa. Sin embargo, existe un truco para identificar lugares cuyo nombre se debe a los romanos. Los topónimos que terminan en -caster o -chester como Lancaster o Colchester pertenecen a este grupo. También se asocian al origen romano aquellos topónimos que terminan en -wic o en -wich como Berwick o Harwick.

Los morfemas escandinavos –by, -thorp, y -thwaite, son de gran interés puesto que no solo indican la génesis vikinga de los nombres de esos lugares, sino que también indican cómo es el lugar al que designan. Un topónimo de Gran Bretaña que acaba en –by, por norma general es de origen escandinavo y designa a una ciudad, como es el caso de Derby o Rugby. Por otro lado, -thorp es un morfema que suele designar pueblos grandes (town) como por ejemplo Linthorpe. El topónimo escandinavo que nombra a un lugar más pequeño suele ser -thwaite, y un ejemplo claro es Applethwaite.

Todas estas palabras se incorporaron progresivamente al léxico del idioma anglosajón o inglés antiguo, y perviven en la actualidad en el inglés contemporáneo; ellas son el testigo milenario de los contactos entre nuestros antepasados. Un pasado que a pesar de tener luces y sombras nos une como pueblo europeo, un pueblo diverso y respetuoso; un pueblo de pueblos siempre dispuesto a aprender del otro, a enriquecerse mutuamente, como hacen nuestras lenguas.

Autor: Antonio Jesús Tinedo Rodríguez. Alumno de UCOIDIOMAS.

Bibliografía

Baugh, Albert C y Thomas Cable. A History of the English Language. Routledge, 2013.

Fernández, Francisco. Historia de la lengua inglesa. Madrid: Gredos, 1982.