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Martes, 24 de Noviembre de 2009 14:07

Chicos y chicas se implican en formas violentas de cortejo, según un estudio de la Universidad de Córdoba.

G.C. - C.M.
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Un estudio realizado por un grupo de investigadoras del Departamento de Psicología de la Universidad de Córdoba revela que los jóvenes se implican en formas de dominio y sumisión, ya en sus primeras relaciones sentimentales.

Éste es uno de los resultados que arroja un estudio piloto en el que han participado 253 chicos y chicas cordobeses de entre 13 y 19 años y en el que se ha tratado de profundizar en la seducción entre adolescentes, y en cómo en ciertas formas de cortejo se incluyen conductas agresivas. El trabajo revela que el 50% de los varones admite ser partícipe ocasionalmente de alguna agresión psicológica, frente al 51% de las chicas; mientras las agresiones físicas son admitidas por el 25,6% de los adolescentes y el 31, 3% de las féminas. "La diferencia entre chicos y chicas es mínima y las cifras nos revelan cómo ambos son víctimas y agresores", señala Carmen Viejo, autora de la tesis de la que se desprenden los datos.

Bajo el título la Violencia en las relaciones sentimentales adolescentes: un estudio exploratorio en jóvenes cordobeses, este análisis ha servido a este grupo de investigadoras para sentar las bases y validar los instrumentos utilizados y así trasladarlos a una investigación de ámbito autonómico en la que participan casi 4.000 jóvenes andaluces, que concluirá el próximo año. Los datos regionales se enmarcan dentro del proyecto de I+D Violencia y Cortejo Juvenil: un estudio psicoeducativo, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación en su Plan Nacional.

La coordinadora del proyecto, Rosario Ortega, explica que la importancia de estos resultados radica en que falta atención social sobre estos factores relacionados con la violencia que se da en el inicio de la pareja. "Partimos de una hipótesis en nuestra investigación que denominamos con la expresión inglesa dirty dating (relación sucia). Y es que muchas veces los adolescentes emprenden relaciones sentimentales en las que se crean dinámicas de dependencia, dominio y sumisión, implícitas en el propio ritual del cortejo que se desarrolla durante el noviazgo de los que no se tiene conciencia", explica la profesora Ortega.

Más allá de estas relaciones en las que se constata que ambos miembros de la pareja contaminan el trato mutuo, lo que sí asegura Virginia Sánchez Jiménez, miembro de este grupo de investigación, es que llega un momento en la edad adulta temprana dónde los roles posiblemente cambian: ella, que en principio se involucró como él en conductas de dominio-sumisión, se mantendría en la faceta de víctima y él reforzaría su conducta dominante. "Suponemos que hay un salto en esas edades que provoca que esa rutina "sucia" se desequilibre a favor del varón, bien porque es más fuerte, bien porque la sociedad está continuamente reforzando actitudes machistas. Por eso creemos que debemos indagar en la presencia de estos comportamientos agresivos ya desde el cortejo, y lo que vamos encontrando resulta paradójico, pero es posible que hallemos explicación en el proceso evolutivo desde la pareja adolescente a la pareja estable", afirman las investigadoras. De ahí que uno de los objetivos del trabajo haya sido indagar en la presencia de conductas violentas en los años adolescentes.

Paralelamente, este grupo de expertas está elaborando un modelo educativo para prevenir la violencia en el noviazgo de los más jóvenes. "Una vez descubramos las claves de este fenómeno, queremos aportar pautas para su prevención". De hecho ya tienen diseñado y están poniendo en práctica un programa específico para que los chicos aprendan a ligar y mantener relaciones sentimentales en las que diferencien el amor de las conductas de dominio y otras formas de agresión psicológica y física.

Las investigadoras de este estudio integran el Laboratorio de Estudios sobre Convivencia y Prevención de la Violencia (LAEVOCI) y acometen otras investigaciones relac