La plena participación de la mujer en todos los campos científicos es indispensable para el desarrollo completo de un país y, para ello, todo sistema educativo de calidad debe impulsar la eliminación de los obstáculos que dificultan el equilibrio entre mujeres y hombres. Así lo reflejaban en 1979 la «Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer» de Naciones Unidas y la Ley Orgánica para la igualdad efectiva de mujeres y hombres de 22 de marzo de 2007. El camino recorrido desde entonces ha sido largo y positivo, pero nos quedan aún grandes retos que abordar.

Publicado en Política científica