«Halal es un concepto más amplio que el alimentario », ha explicado Isabel Romero, directora general del Instituto Halal. «Es una forma de vida que practican actualmente 1.600 millones de personas. Está previsto que el colectivo de musulmanes alcance los 2.000 millones entre 2025 y 2030», ha indicado. Por ello, «es un sector de gran interés para la industria, especialmente la alimentaria». Halal es una voz árabe que alude a aquello permitido para los musulmanes y está recogido en el Corán. Más allá de los alimentos, y de forma recurrente, a la prohibición que tienen quienes profesan el islam de tomar carne de cerdo o alcohol, afecta a otros aspectos de la vida como el comportamiento, la vestimenta o el lenguaje e incide en actividades económicas como el turismo o la restauración.

El vicerrector de Innovación, Transferencia y Campus Universitario, Enrique Quesada, ha subrayado la importancia que tienen «los encuentros destinados a hacer posible la transferencia de conocimiento entre la universidad y la empresa, ya que de este modo se avanza en las investigación científica orientada a las demandas expresadas por la industria y se conocen en las realidades del sector productivo».

Rafael Navas, concejal de Promoción, Desarrollo y Turismo de Córdoba ha abundado en la potenciación del sector agroalimentario cordobés en un mercado cada vez más global: «Desde el ayuntamiento hemos creado una herramienta para potenciar este pulsar de la economía local: Agrópolis». Esta fundación, en palabras del edil, se orienta a crear una marca agroalimentaria propia y a la captación de recursos del programa Horizonte 2020. En este sentido, Navas ha recordado la creación de un clúster halal centrado en la alimentación y la existencia de 400 grupos de investigación en el campo agroalimentario en Córdoba entre diferentes instituciones.

La directora de la OTRI, Carmen Torradas, ha recordado que esta oficina «es una puerta abierta tanto para las administraciones como para las empresas y los investigadores». Entre los servicios prestados por la OTRI están el establecimiento de contactos entre la universidad y la empresa a través de jornadas como la de 'halal', la creación de catálogos de la oferta tecnológica propia, la generación de investigación colaborativa, la firma de contratos entre grupos de investigación y el sector productivo, el asesoramiento en propiedad industrial y la participación en proyectos europeos.

La Universidad de Córdoba cuenta con más de 200 grupos de investigación en agroalimentación. En los últimos años, se han generado en su seno 32 empresas de base tecnológica, de las que 27 siguen vigentes.