El viernes, 4 de marzo de este 2016, y sin necesidad de que sonara una trompeta con una diana floreada, a las 7.45 am, un numeroso grupo de alumnos de la Cátedra Intergeneracional, capitaneado por el Profesor Doctor D. José Cosano Moyano, formaban en posición de descanso, en la luneta del final de la Avenida República Argentina, para, como parte de su formación en la asignatura Historia Contemporánea, visitar principalmente el destacamento del Tercio de la Legión Alejandro Farnesio en Montejaque, Ronda.
Los alumnos montaron en el autocar sin tener el conocido olor a tigre de las dianas cuarteleras, sino por el contrario el perfume de las damas y el aftershave de los caballeros. En el camino y con premonición legionaria, paramos en Montilla donde “el Banderín de Enganche” enroló en nuestras filas a alumnos de la asignatura.
Para algunos este viaje tenía rancios recuerdos al haber sido Montejaque sede de un Campamento de formación de oficiales de las Milicias Universitarias, donde tras dos veranos de sangre, sudor, pisar hormigas, dormir en tiendas de indios, y una disciplina a la que no estábamos acostumbrados en la vida civil, salir a hacer unas prácticas de Alféreces de Complemento con una vistosa estrella de seis puntas en la bocamanga.
A la llegada a Montejaque, sede del Tercio de la Legión Alejandro Farnesio, recibimos una cálida acogida del Coronel Jefe del Tercio, Ilmo. Sr. D. Julio Salóm Herrera. Nos condujo a un salón de actos donde el Comandante Rodríguez y dos ayudantes nos dieron una clarificadora explicación del organigrama del Tercio, y las instalaciones de la Base, en las que no nos vamos a extender. A continuación nos proyectaron un “corto” de la Base Gran Capitán en Irak, curiosamente filmado en 2015 por un periodista norteamericano en el que mostraba cómo era el día a día de tan peligrosa misión. Su labor consistía en ayudar a un pueblo que a causa del Daesh sufría muertes, violaciones, ataques por motivos religiosos, etc. Lo más impactante sería que esas caras que eran entrevistadas en la película, podíamos verlas sin la aureola de héroes, luego al pasear por el destacamento, y mezclarnos con ellos.
Digamos también que para este año tienen proyectada otra misión de ayuda en Líbano.
A continuación y gracias a los buenos contactos del Profesor con las autoridades militares, tuvimos la ocasión de presenciar en el patio de armas (donde el que subscribe juró bandera hace medio siglo) un brillante acto castrense en memoria de los caídos por España en general y especialmente de la Legión. Emocionante fue cuando unos 700 soldados entre clase de tropa y oficiales entonaron el himno de la Legión (“Soy el novio de la muerte”), y acabó la parada con ejercicios en formación y un desfile con banderas y música.
Concluida la visita militar, se comió a discreción en Ronda, ciudad enclavada en una escarpada serranía con su famoso y telúrico tajo de 180 metros de profundidad, con uno de los barrios antiguos más bellos de Andalucía.
Un espléndido hotel Meliá al borde del mar en Benalmádena nos alojó para pasar la noche, cenar y poder saborear en paz junto a la playa todas las emociones vividas durante el día.
Sábado 5 marzo. A una hora tan civilizada como las diez de la mañana, dejamos la suave brisa del nivel del mar para dirigirnos a los fríos vientos a 1200 m de altitud del Torcal de Antequera. El Torcal posee uno de los paisajes kársticos más impresionantes de la Península Ibérica. Se formó durante el mioceno cuando la placa tectónica africana empujó a la europea y ésta emergió originando el famoso plegamiento alpino, los Pirineos y también que el mar de Tetis que inundaba el sur de la península en la era mesozoica ascendiera hasta formar esta montaña. Los ricos sedimentos en caparazones y esqueletos de crustáceos marinos de naturaleza caliza, al estar expuestos a las inclemencias climatológicas, crearon la belleza de éste paisaje kárstico estratificado en bancos y tablas.
Tras una comida en el camino, todos reflexionábamos en la importancia que tienen las Fuerzas Armadas para un país y que, cumpliéndose el adagio latino,
“SI VIS PACEM, PARA BELLUM”.
(Si quieres la paz, prepárate para la guerra)
Joaquín de Miguel