Góngora y la música

En 2014, la Universidad de Córdoba creó la Cátedra «Luis de Góngora». Durante sus nueve años de existencia se ha desarrollado una intensa labor investigadora, divulgativa y educativa que está documentada ampliamente en nuestras redes sociales.

En su programación para 2022 y 2023, la Cátedra ha decidido rescatar sonoramente la puesta en música de ciertos poemas de Góngora. En este asunto, las dudas y suposiciones son abundantes, incluidas las relativas a la fuente principal de esta grabación, el Cancionero musical de Góngora, de Miguel Querol Gavaldá. Por ello, esta aportación se presenta con humildad, prudencia y cautela, pues, aunque los presuntos testimonios podrían ser solo huellas borrosas, el trabajo de los músicos sobre ese material es excelente.

Al parecer, Góngora se relacionaba con músicos y actores. ¿Escribía Góngora música? Aquí los estudiosos no terminan de ponerse de acuerdo sobre la autoría de las tablaturas que se encuentran entre los folios 433 y 438 del Manuscrito 4.118 de la Biblioteca Nacional de Madrid, que es, no lo olvidemos, un manuscrito diverso donde hay letras de distinta mano. Los musicólogos Mariano Lambea y Lola Josa afirman sin duda que se conservan algunos fragmentos para bandurria compuestos por don Luis.

El verso, como decía Eliot, es lo más próximo al misterio de la música; los de don Luis son tan sublimes que cualquier intento de ponerles música parece redundante. Aunque Antonio Carreira defiende que, en los romances, la música ya estaba incorporada con infinitos matices al verso mismo y que, a diferencia de lo que sucede en los Lieder de Schubert, la puesta en música no aporta nada capaz de enriquecer los textos mismos, más bien al alterar el ritmo interno de su emisión los convierte en algo subsidiario respecto a la melodía, la armonía o el contrapunto, creo que ello no impide que disfrutemos de este registro prodigioso.

Así que, para fortuna de quienes amamos el trabajo bien hecho, podemos afirmar que las huellas de Góngora están en las cuerdas, en las manos, en las maderas, en las respiraciones acompasadas, en los cerebros, los corazones y las almas de estos músicos.

Joaquín Roses

Director de la Cátedra «Luis de Góngora»