En dicho encuentro, Pérez Ortiz repasó su trayectoria de cinco décadas, ofreciendo claves de su labor gráfica y su poética, al tiempo que mostró una amplia selección de obras que incluye sus trabajos más conocidos, pero también otros de más difícil acceso e incluso inéditos.
Con una carrera profesional iniciada en 1975, LPO es una figura imprescindible del cómic y la ilustración española contemporáneos. Fue uno de los nombres propios del proceso de experimentación, ruptura y renovación de la historieta española en el periodo posterior a la Transición, participando en cabeceras históricas del calibre de Bang!, Troya y Madriz. Su poética valiosa y singular brilla en cada uno de sus trabajos, y muy especialmente en un conjunto de hermosas autoediciones que abarca desde Cabezas (1979) hasta Imagenética (1993), un total de doce volúmenes caracterizados por una libertad creativa asombrosa. En su larga bibliografía, destacan el álbum Encuentros (1992, escrito por Felipe Hernández Cava), publicado por fascículos con motivo de la Expo’92 de Sevilla; las potentes adaptaciones realizadas sobre textos filosóficos y recogidas en una caja-álbum, también autoeditada, titulada LPO dibuja seis fragmentos de Heráclito; o las páginas firmadas recientemente en revistas como M21, TMEO, Mongolia o La Residencia de Historietistas. De su constante preocupación política y social da noticia la historieta corta “Cuelgamuros” (incluida en el volumen Vinyetari 2, 2022), sobre las durísimas condiciones de vida de los prisioneros que obligados a construir el Valle de los Caídos, con la que ganó la segunda edición del Premio del diario ARA al mejor cómic de no-ficción en catalán.
Como ilustrador, LPO ha producido innumerables viñetas de opinión, caricaturas y toda clase de estampas en cabeceras como El Independiente, El mundo, Revista de Libros o Interviú, siempre con una gran agudeza y un estilo personalísimo. Ejemplos de su talento para trenzar imágenes sin palabras se pueden hallar en el volumen 33 dibujos/drawings (2013), selección de una amplia serie realizada en los años 1986 y 1987.
A esta memorable e intensa actividad gráfica, se suma una importante labor literaria, plasmada en novelas como La escondida senda (1988), Apuntes de Malpaís (1998), Balneario de almas (2000) o Anonimato (2006), todas ellas firmadas como Luis Pérez Ortiz.
Su página web, luisperezortiz.com, ofrece una generosa colección de ejemplos de las distintas facetas que conforman el apasionante poliedro de una obra compleja, bella y afilada, modelo de autenticidad y compromiso creativo en estos tiempos dominados por las modas del mercado.