APROVECHAMIENTOS

 

La importancia de las dehesas radica principalmente en el aprovechamiento múltiple y sostenible de los recursos como medio para alcanzar la viabilidad económica de las explotaciones. Los aprovechamientos de la dehesa deben ser generadores de renta y empleo para las áreas rurales. En caso contrario, la dehesa estaría destinada a la transformación de sus aprovechamientos y estructura hacia otras formas de explotación que resultaran económicamente de mayor interés para sus propietarios.

  • APROVECHAMIENTO GANADERO.
  • Las dehesas fueron creadas principalmente con una finalidad pastoral, por lo que el ganado es de vital importancia no sólo desde el punto de vista económico, sino también desde el punto de vista ecológico, ya que contribuye a crear y mantener una estructura y composición determinadas de la vegetación.

    La ganadería en la dehesa se practica bajo fórmulas extensivas o semiextensivas, y se encuentra integrada por un conjunto de razas autóctonas muy rústicas y adaptadas al entorno en el que fueron seleccionadas, y por otras razas foráneas introducidas en épocas relativamente recientes, la mayoría de las cuales se encuentran cruzadas y/o perfectamente aclimatadas. Además es característico que el aprovechamiento ganadero se realice con varias especies animales, concretamente las asociaciones vacuno-porcino, ovino-porcino y vacuno-ovino-porcino, siendo menos frecuente la presencia de una única especie en las explotaciones.

    • APROVECHAMIENTO CINEGÉTICO.

    El aprovechamiento de los recursos cinegéticos no debe considerarse de forma aislada, sino que su ordenación ha de contemplar las interacciones existentes con los otros, siendo destacable su importancia tanto económica como social en aquellos lugares donde se sitúan las mejores zonas de producción cinegética. La caza menor en la dehesa es altamente compatible con el aprovechamiento ganadero. Las especies más habituales son el conejo de campo, la paloma torcaz, la tórtola y la perdiz roja, y ligada a los cultivos de cereales en rotación dentro de la dehesa y en aquellas dehesas más claras de arbolado, la liebre. En los últimos años se está registrando un auge en la utilización de la dehesa para la práctica de la caza mayor, ya que genera importantes rentas económicas. El ciervo y el jabalí son las especies más importantes, aunque en algunos cotos se ha introducido muflón y gamo para enriquecer la oferta cinegética. Su compatibilización con la ganadería es posible mediante la adaptación delas infraestructuras de manejo y el mantenimiento de cargas ganaderas y cinegéticas adecuadas, evitando así los daños al matorral y al regenerado y minimizando los riesgos sanitarios.

    • APROVECHAMIENTO FORESTAL.

    En las dehesas con presencia de alcornoques el corcho constituye una producción esencial, resultando en algunas de ellas su principal recurso económico. En la actualidad, ante el uso generalizado de combustibles fósiles, el uso de leña y carbón ha decrecido notablemente y prácticamente la única leña que se consume es la procedente de las podas y cortas de árboles secos. No obstante, la biomasa (biocarbones, pellets, briquetas) puede suponer una alternativa para valorizar los residuos producidos a partir de los tratamientos selvícolas.

    La abundancia de la flora melífera en las dehesas hace de la apicultura (miel, polen y cera) otro aprovechamiento complementario que, además, contribuye a la mejora del estado de la vegetación.

    La recolección de setas y trufas está experimentando un auge muy significativo en los últimos años, revelándose como un motor de desarrollo socioeconómico a tener en cuenta en muchas áreas rurales tanto por el valor del propio recurso micológico como por el de los servicios asociados a su práctica (micoturismo). Entre las especies que podemos encontrar en las dehesas, destacan por su interés económico y gastronómico, el gurumelo (Amanita ponderosa), la tana (Amanita caesarea) y el tentullo (Boletus aereus).

    Además, las zonas abiertas y otras formaciones vegetales de los territorios adehesados ofrecen otros aprovechamientos que diversifican la economía en muchas localidades, entre los que podemos destacar: plantas aromáticas, condimentarias y medicinales, caracoles y cabrillas, espárragos, tagarninas, palmitos y material vegetal decorativo.

    • APROVECHAMIENTO AGRÍCOLA.

    Los suelos pobres y ácidos de la dehesa han limitado tradicionalmente su aprovechamiento agrícola a cereales como el centeno, la cebada, la avena y el tranquillón, y a leguminosas como los yeros, los altramuces y la veza. Estas producciones se destinan habitualmente al consumo del ganado (a diente, en grano, paja o heno), a la vez que la implantación del cultivo favorece el control del matorral.

    • APROVECHAMIENTO TURÍSTICO Y RECREATIVO.

    El turismo rural en el entorno de la dehesa surge como una actividad novedosa favorecida por la creciente estimación social que adquieren sus valores ambientales y culturales, la mejora del acceso a las zonas rurales, los equipamientos de acogida de visitantes y las nuevas tendencias en los patrones vacacionales.

    La riqueza del patrimonio cultural se une a unos recursos naturales y paisajísticos singulares, configurando así una oferta conjunta de turismo de naturaleza o ecoturismo, con posibilidades tan atractivas como el senderismo, rutas a caballo, cicloturismo, observación de fauna (la berrea o la alimentación de las grullas), turismo cinegético, ornitológico, gastronómico, micoturismo, participación en actividades agrícolas o ganaderas, elaboración de productos típicos, etc.

    El acondicionamiento de cortijos como alojamientos rurales y la puesta en valor del patrimonio cultural asociado a la dehesa permite profundizar en el conocimiento de las particularidades de las explotaciones tradicionales por parte de la población en general, a la vez que supone una fuente de ingresos económicos tangibles cada vez más importante.