¡Alohomora! Abriendo la puerta hacia la traducción de Harry Potter

Texto de Mª Ángeles Matabuena Gómez-Limón

Harry Potter es una de las sagas que ha marcado a toda una generación y el mundo mágico de J. K. Rowling ha tenido un gran impacto en la cultura y la literatura. La saga consta de siete libros que en la adaptación cinematográfica pasarán a ser ocho películas. J. K. Rowling ha continuado expandiendo el universo tras el éxito de esta saga.

La traducción de la saga ha contado con 5 traductores distintos:

  • Alicia Dellepiane: Harry Potter y la piedra filosofal
  • Adolfo Muñoz García y Nieves Marín Azofra: Harry Potter y la cámara secreta, Harry Potter y el prisionero de Azkaban y Harry Potter y el cáliz de fuego
  • Gema Rovira Ortega: Harry Potter y la orden del fénix, Harry Potter y el misterio del príncipe y Harry Potter y las reliquias de la muerte

Esto tiene como consecuencia problemas de coherencia en ciertos detalles. En la mayoría de los casos se conserva la traducción de la terminología realizada para los libros en la traducción para doblaje o el subtitulado. La obra está llena de palabras creadas para dar vida a este mundo mágico y estas posee una gran carga semántica en el caso de antropónimos, apodos, hechizos y topónimos. En este post presentaremos algunos de los casos problemáticos y su adaptación al español para analizar la posible estrategia utilizada.

También encontramos una problemática a la hora de traducir ciertos referentes culturales, ya que durante toda la saga somos plenamente conscientes de que nos encontramos en el contexto de la cultura británica. Sin embargo, nos centraremos únicamente en la terminología creada por J. K. Rowling, la cual está notablemente influenciada por los estudios en cultura clásica de la autora: no solo cuenta con criaturas de la mitología grecorromana, sino que también se sirve de las lenguas clásicas a la hora de inventar términos (hechizos, nombres propios, criaturas…). Cuando utiliza esta dinámica, no otorga un mero nombre a los personajes o hechizos; Rowling establece una relación entre la persona y sus cualidades, o entre el objeto/fenómeno y sus propiedades. Así, los dota de una importante cantidad de información que habrá que tener en cuenta a la hora de traducir.

Según un estudio llevado a cabo por María León Arcal, en la obra distinguimos tres tipos de neologismos según su lengua de procedencia:

  • Procedencia latina o se basan en esta lengua
  • Formados por más de un vocablo inglés
  • Compuestos por vocablos inventados

Generalmente, los traductores han tendido a mantener los términos originales en inglés, por lo que encontramos una gran cantidad de préstamos en toda la saga. En ocasiones, esto puede provocar una pérdida en la carga semántica de ciertos términos, aunque es comprensible que se utilicen estos préstamos porque adaptar absolutamente todo generaría una discordancia, teniendo en cuenta el contexto puramente británico en el que se desarrolla la saga. En otros casos, se opta por una adaptación para no “bombardear” al público con términos y realidades con las que no están familiarizados.

Todas estas características y otras tendrán una mayor representación en los ejemplos expuestos en adelante. Estos son meramente significativos, ya que un análisis más profundo se extendería demasiado.

Empecemos con los nombres propios de personajes (antropónimos) con carga semántica y que están formados por palabras latinas. Podemos destacar los siguientes:

  • Remus Lupin. El nombre está formado por «Remus», haciendo referencia a la mitología latina en la que Rómulo y Remo, fundadores de Roma, fueron amamantados por una loba; y «Lupin», que significa «lobo». Esto sugiere cierta relación de este personaje con los lobos, hecho que se confirmará más adelante, cuando se descubre que Remus Lupin es un hombre lobo.
  • Albus Dumbledore. El nombre está relacionado también con el latín, «albus» que significa «blanco, puro». En este caso, no solo hace referencia a la apariencia física del personaje (un anciano con una gran barba blanca y una tez pálida); también alude a su forma de ser (un hombre puro y bueno).
  • Minerva McGonagall. Se trata de una mujer sabia e inteligente, por lo que Rowling decide otorgarle el nombre de la diosa romana de la sabiduría.
Ilustración de @_aemyle_

Como hemos observado en estos ejemplos, los antropónimos no tienen una mera función designativa, sino que nos dejan ligeras pinceladas en relación con los propios personajes. El no traducir estos nombres no supone un gran problema al lector, ya que la cultura que rodea al lector del texto meta le permitirá entender estos términos con más facilidad que el lector del texto origen.

Esta misma técnica se utiliza con los términos utilizados para múltiples hechizos y pociones, puesto que su significado en latín es una descripción de sus efectos:

  • Petrificus Totalus. Este hechizo provoca una inmovilidad total al receptor.
  • Homenum Revelium. Hechizo utilizado para detectar cualquier presencia humana.
    • Homenum: hombre
    • Revelium: revelar
  • Amortentia. Se trata de un filtro de amor.

Las bases latinas de estas palabras acercan al lector hispanoparlante al significado y propiedades de estos hechizos y pociones, por lo que estas palabras de procedencia latina no deberían suponer un gran problema al lector ni conllevarían una pérdida de información. Sin embargo, se cree que Rowling utilizó estas bases latinas para remarcar la antigüedad de estas palabras en la narrativa.

En cuanto a los términos de procedencia inglesa en los que se han utilizado préstamos, sí contamos con algunas pérdidas semánticas, aunque no sean excesivamente relevantes.

Uno de los ejemplos destacables es «Sirius Black», el padrino de Harry. Su apellido refleja dos cualidades: la de estar rodeado por un aura oscura y la habilidad de convertirse en un enorme perro negro. Y no se queda aquí: el personaje posee un apodo («Padfoot») que ha sido traducido, ya que por lo general los apodos sí se traducen. «Padfoot» designa las almohadillas que tienen algunos animales en las patas y en español se traduce por «Canuto», que puede referirse a «can» para indicar que es un perro.

Continuando con los préstamos y palabras inventadas por la autora con base inglesa, encontramos los nombres de las distintas casas de Hogwarts: Griffindor, Slytherin, Hufflepuff y Ravenclaw. Excepto Hufflepuff, el resto insinúan el nombre del animal que es símbolo de cada casa:

  • Griffindor: grifo de oro. Se trata de un animal mitológico.
  • Ravenclaw. Raven: cuervo.
  • Slytherin. Slither: moverse como una serpiente.

A continuación, expondremos algunos casos curiosos relacionados con los juegos de palabras. En primer lugar, en Harry Potter y la cámara secreta, encontramos el sintagma «Tom Marvolo Riddle» que es anagrama de «I am Lord Voldemort». En español se produce un ligero cambio en el nombre para poder mantener el anagrama: «Tom Sorvolo Ryddle» pasará a ser «Soy Lord Voldemort».

El segundo caso es «Mirror of Erised», un objeto del mundo mágico que refleja aquello que se ansía ver. En inglés se utiliza la palabra desired al revés, que significa deseo. En español se utilizará esta misma técnica para dar nombre al espejo, colocando así deseo al revés: Espejo de Oesed.

Terminamos con otro ejemplo singular. Se trata de la «Maldición asesina» o Avada Kedavra, un vocablo cuya procedencia se cree que es el arameo. En su origen, significaba «desaparece como esta palabra» y era utilizado por los antiguos magos para sanar a los enfermos, algo muy alejado de su significado en la saga. Esta palabra se ha mantenido por sus peculiares características fónicas. Otra curiosidad es que este vocablo arameo parece haber originado la actual palabra utilizada por los magos “abracadabra”.

Esto solo han sido algunos de los ejemplos que podemos encontrar en toda la saga y que ejemplifican claramente la cantidad de retos a los que se enfrenta el/la traductor/a. El traductor se encuentra en una constante toma de decisiones sobre la necesidad (o no) de traducir cada elemento textual, siempre procurando ser fieles a la finalidad con la que J. K. Rowling lo escribió.

Recursos bibliográficos

León Arcal, M. (2015), ‘La traducción de la terminología del mundo de Harry Potter’, Trabajo de Fin de Grado, Universitat Autónoma de Barcelona.

Harry Potter | Harry Potter Glossary – Harry Potter Books. Harrypotter.bloomsbury.com. (2021). Recuperado de https://harrypotter.bloomsbury.com/uk/fun-stuff/glossary/

Sobre la autora de este post:

Mª Ángeles Matabuena Gómez-Limón es estudiante del doble grado de Traducción e Interpretación y Estudios Ingleses en la UCO
Contacto:
l72magom@uco.es
@MariangelesMGL

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